Pese a la incertidumbre política interna que comienza a dar muestras de ser una limitante para la economía y que está generando dudas para invertir, analistas mejoraron sus expectativas de crecimiento, pero con una inflación que se resiste a volver a la meta en el último año de la presente administración.
En la primera encuesta del año del Banco de México (Banxico), las previsiones no pierden el optimismo para que siga el dinamismo de la actividad económica, aunque a un menor ritmo en comparación al 2023.
El consenso de 37 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero que participaron en la encuesta elevó de 2.29% a 2.4% el crecimiento para 2024.
Pero hizo un ajuste a la baja para el Producto Interno Bruto (PIB) del 2025 de 2% a 1.94% que será el arranque del nuevo gobierno que resulte ganador en las próximas elecciones presidenciales.
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No obstante los favorables pronósticos económicos, para la inflación no hay tan buenas noticias, ya que el consenso anticipó que en enero la inflación general habría subido 0.82% en vez del 0.52% previsto en la última consulta.
Con ello, revisaron al alza sus previsiones a tasa anual para el presente año al pasar de 4% a 4.17%, es decir por encima del objetivo puntual de Banxico del 3%; mientras que para el 2025 hicieron un ligero recorte de 3.72% a 3.71%.
La inflación subyacente para 2024 la dejaron igual en 4.06%; pero para el siguiente año también la bajaron marginalmente de 3.73% a 3.72%.
El consenso está anticipando que el tipo de cambio en 2024 terminará en 18.50 pesos frente a los 18.53 que habían estimado anteriormente; en el 2025 la paridad cambiaria la ubican en 19.10 unidades desde los 19.25 pesos por dólar que consideraban hace un mes.
No hicieron cambios en sus expectativas para la tasa de fondeo y quedó igual en 9.25%, lo mismo para el próximo año con un nivel de 7.50%.
Para cinco de cada 10 de los especialistas el clima de los negocios en la primera mitad del año permanecerá igual, representando un incremento, de ahí que aumentó de 29 a 39 el porcentaje de los que advirtieron que empeorará.
Se redujo de 43% a 36% los que aseguraron que la coyuntura es buena para las inversiones y se incrementó de 37% a 44% los que dudaron.
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