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La calificadora Fitch Ratings alertó que el bajo desempeño económico de México e ingresos petroleros menores de lo esperado restringen el presupuesto del país y resaltan los desafíos que el gobierno enfrenta para cumplir con sus objetivos de superávit primario no financiero.
“El anuncio reciente de que el gobierno utilizará parte del fondo de estabilización (FEIP) para compensar los ingresos más bajos de lo esperado, sin recortes adicionales en los gastos, debería permitir que se cumpla el objetivo de superávit primario de 2019. Sin embargo, la decisión también destaca la concesión que debe hacer el gobierno para mantener los objetivos fiscales y apoyar a la vez la economía”, dijo.
Fitch Ratings detalló que la Secretaría de Hacienda ajustó su proyección de crecimiento real de la economía mexicana para 2019 a 1.1% desde 1.6%, después de conocerse que el Producto Interno Bruto creció sólo 0.1% en el segundo trimestre.
La semana pasada, Hacienda dio a conocer el informe de finanzas públicas al primer semestre del año, en el que reportó ingresos petroleros por 412 mil 627 millones de pesos, un monto que resultó 107 mil 629 millones inferior al que programó.
Fitch Ratings expuso que para que el gobierno cumpla el déficit sin recortes adicionales, planea usar 121 mil millones de pesos (0.6% del PIB) del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), equivalente a 41% del saldo del fondo.
“Esta será la primera vez que el gobierno haya obtenido recursos del fondo desde 2016. Según el esquema fiscal, México ha buscado alcanzar un superávit primario de 1% del PIB en 2019. El objetivo se modificó por última vez en los lineamientos de política fiscal de abril de 2019, cuando se ajustó al alza”, añadió.
Así, dijo que el marco fiscal obliga al gobierno a apuntar a un balance fiscal coherente con un indicador de deuda estable o a la baja, en vista de las proyecciones económicas.