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El petróleo mexicano continúa ganando terreno y este viernes terminó la jornada en 20.48 dólares el barril, 4.43 dólares más que el cierre anterior, y 7.47 dólares o 57.4% superior a su cotización del 27 de marzo pasado, su mayor alza porcentual de la que se tenga registro para una semana, cuando menos desde 1996.
Por su parte, el precio del petróleo intermedio de Texas ( WTI ) se disparó este viernes un 11.93 % y el barril cerró en 28.34 dólares en una semana en la que el crudo estadounidense se ha revalorizado casi un 32%, su mejor dato semanal desde 1983, gracias a la perspectiva de un cese en la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí.
Los precios del crudo han vuelto a subir este viernes de manera notable después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, confirmase que están dispuestos a negociar un recorte en la producción mundial de crudo de unos 10 millones de barriles por día.
Inicialmente, en la última reunión celebrada a principios de marzo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ( OPEP ) y sus socios, Rusia se había opuesto a profundizar en la reducción vigente frente al criterio de otras potencias como Arabia Saudí, que abogaban por otorgar algo de estabilidad a los precios en un contexto de baja demanda por la crisis del Covid-19 .
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Tras la finalización el 1 de abril de los recortes fijados, la OPEP y sus principales aliados podían expandir su producción de crudo tanto cuanto estimasen oportuno, algo que supondría un exceso de oferta sin precedentes.
Por esta situación, que ha provocado que los precios del "oro negro" hayan caído de forma muy rápida en lo que va de año, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump , ha liderado una ofensiva diplomática para tratar de devolver cierto equilibrio a los mercados energéticos.
Los mercados han recibido bien estas noticias, que han servido para levantar unos precios especialmente golpeados en el último mes y medio, pero los expertos perciben aún algo de escepticismo por el tamaño del recorte propuesto, especialmente si Estados Unidos no participa en ellos.