La guerra de los precios internacionales del petróleo, en medio de la pandemia por el coronavirus, fue el detonante de la peor semana que han vivido el peso, el crudo y los mercados accionarios en muchos años, elevando el riesgo de una recesión mundial.
El deterioro de las expectativas económicas, no sólo a nivel global, sino especialmente para México, trajo como consecuencia que el dólar al menudeo terminara vendiéndose el viernes en 24.78 pesos, nuevo máximo histórico, con lo que en la semana acumuló un alza de 2.62 unidades o 11.8%, la depreciación más fuerte para una semana desde octubre de 2008, entonces por el estallamiento de una crisis financiera internacional.
Los precios del crudo de Estados Unidos registraron una pérdida semanal de 29%, la más alta desde el comienzo de la Guerra del Golfo entre ese país e Irak en 1991.
La mezcla mexicana reportó una caída de 35%, para ubicarse en 15.78 dólares por barril, su segunda cotización más baja desde 1999, luego de que el 18 de marzo cayera a un mínimo de 14.54 dólares.
Ayer se dio a conocer que el director General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunirá con el regulador de Energía de Texas, lo que abre la posibilidad a que Estados Unidos recorte la producción de crudo para contrarrestar las presiones a la baja sobre su precio, algo no visto en 50 años.
Los mercados accionarios en Wall Street completaron su peor semana desde octubre de 2008, con el Dow Jones perdiendo 16.4% y el S&P 500 14%.
El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acumuló un retroceso de 10% en las últimas cinco jornadas.
Varios gobiernos y bancos centrales siguieron anunciando medidas de estímulo para mitigar los efectos del coronavirus.
En México, el Banxico realizó el miércoles cuatro subastas cambiarias por un total de 2 mil millones de dólares, mientras que ayer recortó su tasa de interés de manera extraordinaria en 50 puntos base, ubicándola en 6.50%.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) llevó a cabo una permuta de valores gubernamentales a través del Banco de México, intercambiando 39 mil 700 millones de pesos en Cetes y 4 mil 190 millones en Bondes D, por 40 mil 200 millones de pesos en bonos M en diferentes vencimientos, desde diciembre de 2021 hasta noviembre de 2024.
La Cámara de Diputados aprobó el uso de los recursos del superávit primario para crear un fondo de 180 mil 733 millones de pesos, el cual será administrado por la SHCP con un comité de otras dependencias. La iniciativa se someterá a votación en el Senado.