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El peso mexicano en los mercados internacionales continuó su racha ganadora frente al dólar, al acumular nueve semanas consecutivas de ganancias frente a la divisa verde, siendo la primera ocasión desde marzo-abril de 1999 en que lo ha logrado en dicho lapso, destacó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de banco Base.
Lo anterior trajo como consecuencia que la divisa estadounidense al menudeo llegara a venderse hasta en 19.25 pesos en las ventanillas de los bancos, concluyendo la semana en 19.30 pesos, el cierre más bajo desde el 17 de enero pasado.
El peso terminó con ganancias debido a que casi al cierre de la semana se observó un debilitamiento generalizado del dólar, ante la expectativa de que la economía estadounidense está desacelerándose debido al cese parcial de operaciones del gobierno, que ayer se levantó por tres semanas, luego de extenderse durante 35 días.
Cabe destacar que en la sesión del viernes, el presidente Donald Trump confirmó la reapertura del gobierno. Lo anterior se debe a que firmó un acuerdo de corto plazo que permitirá financiar al gobierno hasta el próximo 15 de febrero, pero señaló que durante ese periodo el Congreso ampliamente dividido negociará un plan de seguridad nacional.
Para la siguiente semana se espera que los participantes del mercado continúen siendo cautelosos, en particular por el resurgimiento de las tensiones geopolíticas por la crisis interna de Venezuela.
Cabe recordar que Estados Unidos, en conjunto con otros países, anunció el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. En respuesta, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, rompió relaciones diplomáticas con EU, país que se especula que podría imponer restricciones a la importación de petróleo de Venezuela.
Además, el mercado también estará a la espera de las reuniones de alto nivel entre EU y China, el 30 y 31 de enero. En la sesión del jueves, el secretario de Comercio de EU, Wilbur Ross, señaló que ambos países todavía están lejos de alcanzar un acuerdo comercial y que no se prevé una solución inmediata.
Por lo anterior, no se descartan nuevos episodios de alta volatilidad ante señales que indiquen un incremento en las tensiones comerciales entre ambas economías.