Pese a la recuperación que laregistró ayer, en la última jornada de julio, su cotización cerró el mes en 18.61 pesos por dólar, lo que significó una depreciación de 1.51% o 28 centavos respecto al cierre de junio, de acuerdo con datos de Bloomberg.

De esta forma, la moneda nacional hiló frente al billete verde, ubicándose como la divisa más depreciada en el último bimestre, sumando una contracción de 9.5%, su mayor caída desde febrero-marzo de 2020, con la puesta en marcha de las medidas para contener la pandemia.

Por su parte, el dólar al menudeo terminó junio arriba de 19 unidades, en 19.10 pesos a la venta en las ventanillas de los bancos, con lo que se ubica 1.76% o 33 centavos por arriba del cierre del mes pasado, lo que significó un retroceso de 9.46% en el último bimestre, de acuerdo con información de CitiBanamex.

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Fuente: Bloomberg y CitiBanamex
Fuente: Bloomberg y CitiBanamex

Ha sido un periodo muy volátil después de las elecciones del 2 de junio, en particular por la conformación de la siguiente Legislatura en el Congreso de la Unión y ante la posibilidad de que se aprueben reformas constitucionales controversiales en México, explicó James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.

“Vimos presiones fuertes en el mercado cambiario, llevando a la paridad con el dólar a cerca de 19 pesos, luego de haber estado por debajo de 17 unidades”, destacó.

Además, en las últimas semanas de julio se conjugó una serie de elementos que volvieron a inquietar a los inversionistas.

Por una parte, se registró una inflación en México mucho más alta a la esperada, mientras que se observó un ritmo de actividad económica muy modesto en el segundo trimestre, lo que generó preocupación, dijo Salazar.

A escala internacional, la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la dimisión de Joe Biden a favor de Kamala Harris, y la revaluación del yen japonés, que redujo el interés del mercado por el peso mexicano, metieron mayor presión al tipo de cambio, agregó.

Durante junio y julio, además del peso mexicano las divisas más depreciadas fueron el real brasileño, con -7.8%; el peso colombiano, -5.1%; la corona noruega, -4.2%; el peso argentino, -3.9%, y el dólar neozelandés, -3.2%.

En el año, el peso se ubica como la cuarta divisa más depreciada en la canasta amplia de principales cruces con el dólar, retrocediendo -9.8%, sólo por detrás del real brasileño, con -16.5%; el peso argentino, -15.1%, y la lira turca, -14.5%.

De acuerdo con Salazar, en la primera mitad de julio la situación se calmó un poco, y la especulación sobre la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos empiece a bajar pronto las tasas de interés, junto con algunos nombramientos del gabinete de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, terminaron dando algo de tranquilidad al mercado.

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Más riesgos

El especialista consideró que los factores señalados se mantendrán en agosto, por lo que se podrían ver niveles del tipo de cambio de alrededor de 18.40 pesos, sin descartar algunos altibajos.

“Conforme nos acerquemos a septiembre, la situación local otra vez va a cobrar fuerza, con la posible aprobación de las reformas, como la del Poder Judicial, por lo que el tipo de cambio podría llegar a 19.30 unidades”, mencionó.

Esta presión se puede mantener en octubre y noviembre, rumbo a las elecciones en Estados Unidos, y según se desarrollen las campañas y el resultado de las votaciones, seguramente la volatilidad se intensificará, dijo Salazar.

Asimismo, en noviembre se espera el Paquete Económico con el presupuesto del próximo año, y el pronunciamiento de agencias calificadoras, dependiendo de cómo vean las intenciones de la próxima administración para reducir las métricas en finanzas públicas.

“Si sale todo relativamente tranquilo, aunque gane Trump, y si el Paquete Económico convence y se ve factible, hay posibilidad de que esta presión en el mercado cambiario se tranquilice a finales de año y 2024 cierre con niveles muy similares a los que tenemos, de 18.50 unidades por dólar”, estimó.

Mercado de capitales

A diferencia del peso mexicano, el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores terminó julio con una ganancia mensual de 1.25%, rompiendo así una racha de tres meses de caídas.

Su comportamiento sigue sujeto a los reportes trimestrales, no sólo locales, sino también de Estados Unidos, dijo el experto.

“Lo más probable es que las empresas van a seguir batallando y se va a notar en sus números; aunque en algunos casos hay buenas oportunidades de compra, la verdad es que las ganancias van a estar muy limitadas. Las expectativas de reportes trimestrales no son tan halagüeñas para el cierre de año”, agregó.

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