ruben.migueles@eluniversal.com.mx
La economía mexicana continúa dando señales de debilidad. El principal componente del Sistema de Indicadores Cíclicos acumula más de un año a la baja, de acuerdo con los datos más recientes del Inegi, lo que pone al país en ruta de una recesión si la tendencia no se modifica.
El sistema se conforma por dos indicadores compuestos que se denominan coincidente y adelantado. El coincidente refleja el estado general de la economía, mientras que el adelantado busca anticipar los puntos de cambio del coincidente, con base en información con la que se dispone a una fecha determinada.
“Esta serie es casi la única herramienta con que se cuenta para identificar fechas de los ciclos económicos en el país mediante la metodología clásica y más utilizada”, comentó Jonathan Heath, actual subgobernador del Banco de México, en su libro Lo que indican los indicadores, publicado por el Inegi en 2012.
En junio de 2019, el indicador coincidente se localizó debajo de su tendencia de largo plazo al reportar un valor de 99.2 puntos y una variación negativa de 0.08 puntos respecto al mes anterior, con lo que acumula 13 meses seguidos a la baja.
Por su parte, el indicador adelantado se situó sobre su tendencia de largo plazo, al observar un valor de 100.0 puntos en julio de 2019 y una disminución de 0.05 puntos con respecto a junio pasado, sumando 10 meses de retrocesos.
Ambas series están ajustadas por estacionalidad, por lo que no son estables, ya que al agregar nueva información a la serie es común ver pequeños cambios, en especial en fechas más recientes. También, muchas variables son de carácter preliminar y, por lo mismo, pueden cambiar, detalló Heath en su libro.
Con la nueva información, el indicador coincidente presentó un comportamiento similar al difundido el mes previo; el adelantado modificó la trayectoria de los últimos meses de positiva a negativa.
El enfoque de “ciclo de crecimiento” identifica las desviaciones de la economía respecto a su tendencia de largo plazo, es decir, los 100 puntos. Por tanto, el componente cíclico de las variables que conforman cada indicador compuesto se calcula como la desviación de su respectiva tendencia de largo plazo.
El hecho de que el indicador coincidente lleve más de un año a la baja y nueve meses por debajo de su tendencia de largo plazo es señal de que la economía entra en estancamiento; de seguir esta tendencia, hay riesgo de entrar en fase recesiva.