Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta problemas por el combustóleo que produce.
De entrada, las refinerías que opera generan más basura o desechos que gasolinas.
En los últimos tres meses (con cifras oficiales para el periodo agosto-octubre), por cada barril de gasolina producido se obtiene 1.18 barriles de combustóleo, un desecho que ha perdido valor y mercado.
El aumento en la generación de este carburante no sólo provoca pérdidas a la petrolera, sino que la obliga a paros no programados de las refinerías por exceso de inventarios.
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Además, tras las revelaciones del Departamento de Energía de Estados Unidos de que el gigante comercializador de energéticos a escala mundial, Vitol, sobornó con 163 millones de dólares a funcionarios de Pemex durante la administración de Enrique Peña Nieto y de Andrés Manuel López Obrador, se complica el manejo de este carburante, porque la empresa holandesa era la vía de salida de las exportaciones de combustóleo producido por Pemex.
El propio presidente, Andrés Manuel López Obrador ordenó una investigación de la multinacional comercializadora.
Información obtenida vía la Plataforma Nacional de Transparencia y de acuerdo con la Base de Datos Institucional de Pemex, en el periodo agosto-octubre, en promedio las refinerías de Cadereyta, Minatitlán, Salamanca, Tula, Salina Cruz y Madero produjeron 181.71 mil barriles diarios de gasolinas —en sus tipos regular o Magna y Premium.
La diferencia radica, de acuerdo con los datos a los que EL UNIVERSAL tuvo acceso, es que por cada barril de gasolina comercializado en esos tres meses por Pemex se obtuvieron en promedio mil 440.74 pesos.
Cada barril de combustóleo le reditúo a la empresa 344.07 pesos en el mismo periodo, mil 96.67 pesos menos que el combustible utilizado por el parque vehicular nacional.
De acuerdo con los estados financieros de Pemex, entre 2017 y 2019, el combustóleo le ha representado pérdidas superiores a los 2 mil millones de dólares, sobre todo por su bajo valor en el mercado.
El 15 de octubre de 2019, esta casa editorial informó que se avecinaba un “tsunami” de combustóleo producido en las refinerías de Pemex, producto que pocos desean utilizar y que le genera pérdidas a la empresa, derivado de la estrategia de esta administración de utilizar la máxima capacidad del sistema de refinación, es decir, elevar el procesamiento por encima de 80%, 90% y llegar a 100% en los próximos tres años, incluso sacrificando exportaciones.
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El presidente, Andrés Manuel López Obrador se ha propuesto, según comentó en octubre de este año, concluir la rehabilitación de las seis refinerías en 2023, y llegar a su penúltimo año de gobierno procesando un millón 540 mil barriles diarios de petróleo crudo. En los primeros 10 meses de este año, el sistema procesa 592 mil barriles por día.
Hasta ahora el exceso de co mbustóleo se ha reflejado en un aumento significativo en los inventarios, un promedio de 656.5 mil barriles entre el 1 de enero y el 15 de noviembre, casi 10 días de consumo nacional.
La alta producción afecta la operación de las refinerías de Pemex, pues los complejos han reportado 283 paros no programados en los primeros 10 meses, es decir, 47 paros por refinería en promedio.