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Petróleos Mexicanos (Pemex) empezó a poner la lupa en el desempeño de las empresas contratistas encargadas de desarrollar los 22 campos petroleros prioritarios que forman parte de la nueva estrategia exploratoria que puso en vigor a partir de 2019.
Los resultados obtenidos en los trabajos asignados a compañías como Marinsa tienen insatisfechos a los altos directivos de la petrolera, quienes dijeron a EL UNIVERSAL que estudian la posibilidad de rescindirle contratos y solicitar a la Secretaría de la Función Pública (SFP) su inhabilitación, al menos durante seis meses.
Esta empresa de origen mexicano especializada en servicios, suministros y soluciones integrales en las etapas de exploración, perforación y producción de la industria petrolera, a través de la renta de embarcaciones especializadas, fue contratada para realizar la perforación de parte de los 15 pozos en los campos Xikin, Esah y Uchabal.
Funcionarios de la petrolera estatal argumentan que, con Marinsa, cuyo presidente del Consejo de Administración es José Luis Zavala Solís, se tienen problemas legales.
“La empresa trae muchas demandas en contra de Pemex, una parte son laborales y, aunque en algunos contratos han quedado muy bien, con buenas calificaciones como empresa mexicana, en otros han quedado muy mal, al grado de que actualmente están en proceso de rescisión que, si se dictamina procedente, y creemos que así va a ser, los van a inhabilitar por seis meses, cuando menos”, señalaron.
Las fuentes consultadas dijeron que este tipo de inconsistencias con empresas contratistas explican los resultados alcanzados al primer trimestre de 2020 en 17 de los 22 nuevos campos prioritarios, considerados la apuesta de la petrolera para aumentar la producción este año, y que integrantes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) calificaron como “pobres resultados y pobre desempeño”, dado el desfase importante entre la producción comprometida y la alcanzada.
También tienen un efecto colateral en las compañías que subcontratan y las cuales pueden salir afectadas por el retraso en pagos.
En estos 17 campos prioritarios, la filial Pemex Exploración y Producción (PEP) planeó perforar 62 pozos (33 marinos y 29 terrestres); sin embargo, de acuerdo con el Seguimiento de Planes en Campos Prioritarios de PEP, realizada por la Unidad de Administración Técnica de Asignaciones y Contratos de la CNH en su octava sesión Ordinaria del Órgano de Gobierno del 28 de mayo, sólo se perforaron cinco, todos marinos.
Lo anterior representó un avance de sólo 8% del programa original. En términos de inversiones, la empresa petrolera estatal esperaba ejecutar 47 mil 313 millones de pesos, pero apenas se llegó a 5 mil 138 millones de pesos.
En consecuencia, la producción de los primeros 17 campos, “esperanza de esta administración para elevar la producción de petróleo crudo”, se estimó inicialmente en 184 mil barriles diarios entre enero y marzo de este año; sin embargo, sólo se logró extraer 22 mil, es decir, 12% del programa.
En el activo Esah, en donde participó Marinsa con trabajos de perforación y empleando la plataforma Uxpanapa, los resultados al primer trimestre de este año arrojan que se esperaba la perforación de dos pozos, pero no se perforó ninguno, y de 2 mil 82 millones de pesos de inversión esperada se ejercieron apenas 129 millones.
Así, la meta de aportar 12.9 mil barriles diarios de petróleo crudo simplemente no se logró.
En el campo Xikin, el plan 2020 era perforar cuatro pozos utilizando su plataforma Jap Driller 1, pero sólo se hicieron los trabajos de dos y únicamente se ejercieron mil 441 millones de pesos de una inversión prevista originalmente de 5 mil 489 millones de pesos.
Al final, ese activo aportó 0.9 mil barriles de petróleo crudo, que contrastan con los 34 mil barriles previstos en su plan original para los primeros tres meses del año.
Marinsa también estuvo involucrada en un supuesto tráfico de hidrocarburos el 23 de mayo de este año, cuando la Secretaría de Marina (Semar) aseguró su barco petrolero Go Canopus.
