Petróleos Mexicanos (Pemex) recuperó el mercado de la turbosina que estaba comenzando a perder en manos de negocios privados.
Las presentaciones del director de la empresa, Octavio Romero Oropeza, indican que Pemex será el único proveedor del combustible de aviación el próximo año. Esto incluye la elaboración de turbosina en el Sistema Nacional de Refinación (SNR) y las importaciones.
En abril de 2020, los privados alcanzaron su mayor participación en este mercado, llegando a tener 43% del total.
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“Estamos cerca de lograr la autosuficiencia energética y seguimos trabajando para recuperar más mercado para los productos de Pemex, (...) la reforma energética del periodo neoliberal impuso a Pemex una regulación asimétrica que le causó un gran daño al perder una parte significativa del mercado interno”, dijo Romero Oropeza.
Con la reforma energética de 2013 y sus leyes secundarias de 2014, el mercado de la turbosina se abrió a empresas privadas, con la promesa de que con la competencia bajaría los precios y beneficiaría a los usuarios de avión.
No obstante, la turbosina en México se vende de 10% a 20% más cara que en Estados Unidos, cuyo precio responde a la logística y las cotizaciones internacionales.
“Este ajuste es parte de la política energética restrictiva del gobierno federal de apoyar a Pemex en detrimento de los privados, pero afecta a las aerolíneas que no les queda de otra que comprar la turbosina en México a un sólo proveedor, aunque vaya en contra de toda competencia. Luego las empresas los transfieren a los clientes finales en los boletos de avión”, expuso Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors.
Para las aerolíneas, la turbosina en México representa de 30% a 35% de sus gastos de operación.