El contempla un crecimiento importante en el gasto por 11.6% real respecto al aprobado para 2022, lo que difícilmente puede considerarse austero, afirmó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas ( IMEF ).

Además, observó que comienza a recurrirse a un mayor endeudamiento.

Destacó que asigna más recursos a los programas y proyectos prioritarios en detrimento de otros renglones importantes como la mejor provisión de servicios públicos esenciales.

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Coincidió en que los supuestos macroeconómicos, son muy muy optimistas, principalmente el crecimiento esperado para el producto interno bruto ( PIB ) de 3%.

Se relajan las metas de finanzas públicas al tener como objetivos un balance fiscal con un déficit de 3.6% del PIB, un balance primario con un saldo negativo de 0.2% respecto del tamaño de la economía y Requerimientos Financieros del Sector Público por 4.1% del PIB.

Otra variable que le preocupa al IMEF es la estimación de la inflación para 2023, ubicada en 3.2%, que es menor a su pronóstico de 4.8%.

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"Los resultados más recientes muestran una inflación en ascenso con más fuerza de lo previsto, y hay en el horizonte factores que continuarían impulsando los precios al alza", advirtió.

Señaló que se deben considerar los efectos de la fuerte sequía sobre productos agrícolas o la posibilidad de que los precios de la energía vuelvan a repuntar con fuerza, ante el cierre del suministro de gas ruso a Europa .

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