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noe.cruz@eluniversal.com.mx
Agosto arrojó claroscuros en la estrategia gubernamental de combate al robo de combustibles, puesto que, de acuerdo con datos de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Petróleos Mexicanos (Pemex), si bien bajaron las tomas clandestinas de gasolinas, diesel y turbosina, en contraste, el robo de gas licuado de petróleo (LP) a través de perforaciones ilegales se multiplicó.
En los primeros ocho meses de este año, el robo de gas en Puebla acumula un crecimiento de 895% en comparación con el mismo periodo de 2018.
En la entidad, los grupos criminales encuentran facilidades para robar de todo tipo de hidrocarburos a Pemex.
En territorio poblano se ubica el llamado Triángulo Rojo del huachicoleo, integrado por los municipios de Acajete, Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Tecamachalco y Palmar de Bravo, una zona por la cual se transporta casi 40% del combustible que recibe la Ciudad de México.
Según funcionarios del sector energético, lo preocupante es la intensa actividad de los huachicoleros de gas LP en entidades focalizadas como Puebla.
De enero a agosto de este año, el estado acumula 468 tomas clandestinas para extraer gas LP de ductos de Pemex, pero en el mismo periodo de 2018 las perforaciones registradas fueron 47.
El problema, de acuerdo con las fuentes, es “que se está elevando el costo para reparar o rehabilitar los ductos dañados por donde se transporta este producto”.
En 2018, añadieron, el costo total para reparar las tomas clandestinas de gas LP en Puebla fue de 2 millones 594 mil pesos, mientras que para el mismo lapso de este año el desembolso es de 19 millones 922 mil 292 pesos.
Ello confirma la migración del crimen organizado dedicado al robo de gasolinas, diesel y turbosina en ductos de Petróleos Mexicanos hacia otros productos energéticos, como gas LP.
La información proporcionada por la empresa productiva del Estado señala que en agosto se reportaron 989 tomas clandestinas para extraer gasolinas, diesel y turbosina, entre los petrolíferos de mayor relevancia, es decir, el nivel más bajo de los últimos 18 meses, puesto que un mes antes se habían registrado poco más de mil.
Puebla se ha convertido en la principal zona geográfica del país en donde los huachicoleros encuentran facilidades para extraer gas LP de los ductos de Pemex y de otros grupos privados desde 2016. En apenas tres años con ocho meses ya encabeza la lista de estados afectados por el delito.
Puebla también es la segunda entidad en donde el robo de petrolíferos se ha concentrado, detrás de Hidalgo. Según la información, este delito sigue concentrándose en siete entidades federativas.
En agosto, de las 989 perforaciones reportadas por la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex, de un total de 884, se localizaron 257 en Hidalgo; 160, en Puebla; 152, en Edomex; 93, en Tamaulipas; 92, en Guanajuato; 66, en Veracruz, y 64, en Tabasco.
El pasado 2 de septiembre, El UNIVERSAL publicó que de continuar la tendencia observada en el robo de gas LP mediante tomas clandestinas del 1 de enero al 31 de julio de 2019, hay “probabilidades de cerrar el año con una cifra histórica que puede superar las mil tomas clandestinas de gas LP”, de acuerdo con comentarios de funcionarios de Pemex.
Sin embargo, de acuerdo con la información a agosto, la cifra se alcanzó faltando cuatro meses para que termine el año.