Viena.— Los 23 países productores de petróleo que forman la alianza OPEP+ afrontan hoy la decisión de recortar su producción para octubre, para frenar la depreciación del crudo, o mantenerla ante la incertidumbre en la que se mezclan el miedo a una caída de la demanda con los problemas de suministro.
La reunión virtual de los ministros de Energía de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudí, y de sus 10 aliados, entre ellos Rusia, se produce en una encrucijada de factores.
El precio del petróleo ha caído más de 20% desde los picos de 120 dólares que alcanzó en junio pasado, por los temores de que una recesión económica afecte duramente a la demanda.
La elevada inflación, azuzada por el encarecimiento de la energía debido a la invasión rusa de Ucrania, y las dudas sobre cómo podrían impactar nuevas oleadas de Covid-19 en la economía china, han creado dudas sobre el crecimiento económico mundial.
Aunque la sensación general es que la OPEP+ no tocará mañana su producción, la mera posibilidad de que evalúe provocó que tanto el barril Brent, de referencia en Europa, como el Texas estadounidense cerraran el viernes al alza, tras tres días de caídas, situándose en 93 y 86.7 dólares respectivamente. Pese a esas alzas, el Brent tuvo una pérdida semanal de 7% y el Texas de 5%.
Hace dos semanas, el ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, insinuó que la OPEP podría reaccionar con un recorte del bombeo. Pero la oferta, y no sólo la demanda, puede influir.
El comité que asesora a la OPEP+ revisó esta semana sus cálculos y concluyó que en 2022 la oferta superará a la demanda en 400 mil barriles diarios (bd), la mitad de lo estimado previamente. Para 2023, se espera un déficit de 300 mil barriles por día.
Lo cierto es que la alianza petrolera lleva tiempo teniendo problemas para cumplir con sus cuotas de producción y, según varias fuentes, los dos últimos meses su bombeo conjunto estuvo casi 3 millones de barriles debajo de sus objetivos de producción.
La dificultad para abrir los grifos quedó patente el pasado 3 de agosto, cuando la OPEP+ anunció que sólo añadiría 100 mil barriles extras.
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