La escasez de semiconductores para la industria automotriz prevalecerá durante los próximos 18 meses, lo que afectará la producción de vehículos en América del Norte, de acuerdo con la consultora IHS Markit.
La firma estima que será hasta 2023 cuando se normalice la proveeduría de chips para las armadoras.
Por lo tanto, la producción automotriz a nivel mundial será de 83 millones de unidades en 2022, apenas seis millones de vehículos más que en 2021; y en un escenario más optimista se fabricarán 86 millones de unidades.
“Hay capacidad instalada de sobra, lo que no hay es materia prima . No hay disponibilidad de producto y es por el tema de semiconductores .
“Nuestra expectativa de producción para este año es que no va a haber mucha diferencia entre la producción del primer trimestre de 2022 y el cuarto trimestre de 2021”, dijo Guido Vildozo, gerente senior de IHS Markit , durante un seminario organizado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) .
Para América del Norte, incluido México, se estima la fabricación de 15 millones de unidades en 2022, cuando antes de la pandemia se ensamblaban 17 millones de vehículos.
Además, aún falta descontar el impacto que podría tener la variante ómicron del Covid-19 en la producción de vehículos.
“Esta política de China de cerrar la economía más lo que está pasando con Toyota en Japón donde hay una reducción del volumen de producción bastante severa en enero a causa de contagios de Covid en Asia .
“Todo eso podría verse reflejado en un volumen de producción de 20% por debajo de lo que estamos visualizando”, apuntó Vildozo.
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IHS Markit
expuso que la escasez de semiconductores se debe a que Taiwan Semiconductor Manufacturing Company ( TSMC ) maquila 70% de los chips a los 15 principales proveedores de la industria automotriz como Toshiba , Infineon , NXP , Renesas , Texas Instruments y STMicroelectronics.
Y en los últimos 10 años, TSCM se orientó hacia la producción de semiconductores para el sector de telecomunicaciones , ya que son chips más pequeños y de mayor valor, dejando de lado la fabricación de chips para la industria automotriz.
Los fabricantes de vehículos no calcularon que iban a necesitar más chips a medida que aumenta la tecnología y conectividad de los autos.
En 2015, un auto contenía 700 semiconductores y el año pasado este número subió a mil 500.
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“No se hicieron las inversiones para estos semiconductores . La demanda va a seguir creciendo. En 2022 un auto tiene mil 600 semiconductores, entonces, ese reto permanece.
“Estamos en una etapa donde el consumidor desea que su auto sea extensión de su Iphone”, explicó Vildozo.
Por lo tanto, pese a que las variables macroeconómicas están mejorando y ya no se prevén cierres a las actividades económicas, para la industria automotriz el tema de la proveeduría seguirá afectando la operación normal de los fabricantes de vehículos.
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ardm