La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ( OCDE ) advirtió que la baja inversión en infraestructura frena el crecimiento de México , por lo que en 2018, en lugar de crecer 2.5%, como se pronosticó en mayo pasado, crecerá a 2.2%.
Para los años subsecuentes, 2019 y 2020, se espera que el país alcance mejores niveles de crecimiento con 2.5 y 2.8%, respectivamente, aunque avisoró riesgos globales que podrían frenar el crecimiento y para los cuales se tendrá que estar preparados, de acuerdo con el documento Perspectivas Económicas de la OCDE.
Entre las recomendaciones que da la Organización al gobierno mexicano está el mantener las reformas estructurales, ya que serán prioritarias para alcanzar un crecimiento inclusivo.
Además, conservar la política monetaria, ya que es la “apropiada”; disminuir la relación deuda-PIB; consolidar los programas sociales, y reducir la fragmentación de los servicios.
También aumentar la recaudación y disminuir la evasión, lo que implicaría eliminar las exenciones y subir impuestos al medio ambiente.
Implementar medidas para aumentar el crecimiento inclusivo, mejorar el entorno de la inversión, aumentar el acceso a la educación de calidad y reducir la informalidad.
La OCDE informó que en el mundo el crecimiento ya tocó techo y se intensificarán los riesgos, porque se registra una desaceleración global derivada de que las políticas monetarias y fiscales que empujaban el crecimiento ya se frenaron, a lo que se suma el aumento de políticas proteccionistas y la menor confianza de los inversionistas.