Los medicamentos antidepresivos son los medicamentos recetados con más frecuencia para los trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad.
Pero estos fármacos también se recetan para varias otras afecciones como insomnio, dolor, migraña.
En Estados Unidos, por ejemplo, 13% de los adultos de 18 años o más toman un medicamento antidepresivo, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país.
En Reino Unido, el porcentaje alcanza al 14,7%, según el último censo de 2021.
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Pero en un documental de la BBC, titulado “¿Valen la pena mis antidepresivos?”, varios jóvenes o sus familias aseguran que no se les dio asesoramiento ni información adecuados sobre los posibles efectos secundarios de los antidepresivos que les recetaron.
Dylan Stallan era adolescente cuando comenzó a recibir tratamiento por dismorfia corporal y depresión.
"Estaba luchando con la manera en que se sentía acerca de sí mismo, la forma en que se veía", le contó su madre, Seonaid, a Anton Ferrie de la BBC.
"Estaba extremadamente ansioso, y se ponía físicamente enfermo. No podía salir de la casa".
A Dylan se le recetó el antidepresivo Fluoxetine a los 16 años, pero cuando cumplió 18, su medicación fue cambiada a sertralina.
Dos meses después de que le cambiaron la receta, Dylan se suicidó.
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Seonaid Stallan, la madre de Dylan, asegura que cuando se hizo el cambio de medicación, nadie les advirtió que debían estar atentos a posibles efectos secundarios.
Según le dijo a la BBC, ella estuvo presente en la cita con su hijo y no les dijeron que antes de lograr una mejoría, podría sentirse peor con el nuevo fármaco.
Y a pesar de que las guías sanitarias en Reino Unido establecen que es mejor evitar el alcohol al comenzar con sertralina, y de que el folleto dentro de la caja así lo indica, Seonaid afirma que a Dylan le dijeron que estaba bien beber alcohol mientras tomaba el nuevo antidepresivo.
La mujer indica que la noche antes de que su hijo se quitara la vida en 2015, había bebido una "cantidad considerable" de alcohol.
Recuerda que Dylan no había expresado pensamientos suicidas antes de comenzar con la sertralina.
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La clínica privada donde trataron a Dylan le dijo a la BBC que estaba "profundamente entristecida" por su muerte y expresó sus condolencias a su familia.
"Aunque no estamos en condiciones de comentar sobre el tratamiento de ningún individuo, nuestro equipo clínico, por supuesto, estaría gustoso de reunirse con la señora Stallan si aún tiene inquietudes que quisiera discutir", señaló.
Todavía no se conoce totalmente la eficacia de los antidepresivos en menores de 18 años y en varios países, como Estados Unidos y Reino Unido, en este grupo solo se prescriben uno o dos de estos fármacos, incluido la fluoxetina (Prozac).
Al cumplir 18 años, sin embargo, te pueden recetar cualquier antidepresivo, como ocurrió con Dylan.
Hay algunas pruebas de ensayos clínicos que sugieren que el riesgo de suicidio en personas de 18 a 24 años aumenta cuando toman estos medicamentos.
Los efectos secundarios físicos y mentales de los antidepresivos pueden variar desde dolores de cabeza y confusión mental hasta efectos secundarios más graves, como pérdida de la función sexual y pensamientos suicidas.
Bernadka Dubicka, profesora de psiquiatría infantil y de adolescencia de la Universidad de Hull, Inglaterra, dice que siempre que a un paciente se le receten antidepresivos, independientemente de su edad, debe haber una discusión sobre los efectos secundarios de estos medicamentos.
"Los datos parecen mostrar que hasta los 25 años, uno de cada 50 jóvenes que toman un antidepresivo podría experimentar un aumento de pensamientos suicidas y autolesiones en las primeras semanas después de tomar un antidepresivo”, le explicó a la BBC.
Seonaid cree que, a medida que las tasas de prescripción de antidepresivos aumentan, una mejor investigación y una mejor comprensión de sus efectos secundarios pueden salvar vidas.
La BBC habló con más de 100 personas que han usado o están usando antidepresivos, y todos reportan efectos secundarios de algún tipo.
Para algunos, los antidepresivos han tenido un impacto profundo y negativo en su vida sexual.
Connor, quien nos habló bajo un seudónimo para proteger su identidad, le describió a la BBC el impacto que los fármacos han tenido en su cuerpo.
Comenzó a tomar sertralina cuando tenía 30 años. Ahora padece lo que se conoce como PSSD, o disfunción sexual post-ISRS.
Un ISRS o inhibidor selectivo de la recaptura de la serotonina es una clase de antidepresivo que incluye la sertralina y la mayoría de los antidepresivos que se toman actualmente.
Connor cuenta que dentro de las 24 horas de su primera píldora, su impulso sexual desapareció, lo que estuvo acompañado de síntomas físicos extremos.
Doce meses después de dejar de tomar antidepresivos, estos síntomas persisten, dice.
"Todavía tengo entumecimiento en mis genitales", cuenta. "Soy básicamente asexual. No siento atracción por el sexo opuesto”.
"Cuando me consideraba una persona deprimida, tenía una vida sexual muy saludable".
Connor es una de las más de 1.000 personas que forman parte de la Red PSSD, una comunidad en línea que comenzó a crear conciencia sobre la afección, que actualmente no está reconocida por el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido.
Según Connor, los antidepresivos “destruyeron completamente mi vida".
El doctor Davis explica que las dificultades sexuales con los antidepresivos son frecuentes.
"Sabemos que una de cada dos personas con depresión tendrá alguna dificultad con el sexo", dijo.
"Pero también hay evidencia de que hasta ocho de cada 10 personas sufren dificultades sexuales con los antidepresivos".
Para algunos, sin embargo, el riesgo de efectos secundarios vale la pena por el impacto positivo que pueden tener los antidepresivos.
Elliott Brown, un comediante londinense, ha estado tomando antidepresivos de forma intermitente desde los 16 años.
Un efecto secundario que ha tenido es la reducción de su libido. "En términos de deseo sexual, es mucho más alto cuando los dejo", cuenta.
"Tus posibles parejas pueden pensar que no me parecen suficientemente atractivas. Ese es el momento en el que tienes que ser honesto".
Afirma que independientemente de los efectos secundarios que experimenta, lo que ha obtenido con los fármacos ha valido la pena y le han salvado la vida.
"No creo que estaría aquí sin ellos", asegura Elliott.
"Creo que es más importante querer estar aquí y estar con tus seres queridos que tener sexo de vez en cuando o, para mí, muy raramente".
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