En México, los niños y adolescentes son quienes padecen más la pobreza comparados con otros grupos etarios, con una tasa de 52.6%, mientras que para el resto de la población es de 43.9%, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En 2020, 19.5 millones de infantes y adolescentes del país se encontraban en pobreza multidimensional, y seis de cada 10 tenía un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos.
Del desglose por grupo etario, 54.3% de la población en primera infancia (cero a cinco años) estaba en pobreza, frente a 52.8% de la población de seis a 11 años y 51% de adolescentes. Sin embargo, el problema es más agudo entre niños y adolescentes que hablan una lengua indígena, pues nueve de cada 10 estaban en pobreza.
En Guerrero y Chiapas, ocho de cada 10 niños y adolescentes se hallaba en situación de pobreza, mientras que en Baja California, Coahuila, Chihuahua y Nuevo León, tres de cada 10 sufrían la condición.
La carencia social más pronunciada de este segmento fue la de acceso a la seguridad social, ya que 58% de la población infantil y adolescente no tenía acceso en 2020.