Ni por el confinamiento ni el programa de Hoy No Circula obligatorio, decretado a partir del 21 de abril y que concluyó recientemente por la pandemia del Covid-19, los mexicanos dejaron de circular en auto y consumir gasolina.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía (Sener), la demanda nacional de gasolina en mayo y junio creció 17.8%, cuando la pandemia provocó el disparo de casos sospechosos de 15 mil 446 a 56 mil 590; confirmados, de 20 mil 739 a 180 mil 545, y de defunciones, de mil 972 a 21 mil 825.
Esto significa que en tres meses que lleva el Covid-19 en el país, de los mexicanos con vehículo sólo se confinó uno en abril, cuando la demanda de combustibles automotores Regular y Premium bajó de 797 mil barriles diarios —tercera semana de marzo— a 429 mil barriles —tercera semana de abril—, lo que representó una reducción de 46.2% en el consumo.
Destaca el aumento de demanda de gasolina Regular y Premium en la zona centro del país durante mayo y junio, región que abarca Querétaro, Hidalgo, Estado de México, Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Ciudad de México.
También lee: Venden gasolinas de menor calidad en pandemia
En estas entidades operan poco más de 2 mil 422 estaciones de servicio que incrementaron sus ventas de 137 mil barriles diarios a 196 mil barriles, es decir, 43%.
Lo mismo ocurrió en la región Occidente, que cubre Zacatecas, Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Michoacán y Colima, que aumentaron la demanda en esos dos meses de 78 mil a 110 mil barriles diarios, es decir, 41%.
En abril, el gobierno federal decretó la fase 3 de la pandemia con medidas como la extensión de la Jornada Nacional de Sana Distancia hasta el 30 de mayo, y ampliación hasta esa fecha de la suspensión de actividades no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del Covid-19 en el territorio nacional.
El 21 de abril, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, decretó el programa de Hoy No Circula de manera obligatoria para evitar la movilidad.
A partir de entonces, según los registros de la Secretaría de Energía, el consumo empezó a repuntar de manera consistente y hasta el 21 de junio la demanda promediaba 621 mil barriles diarios.
Respecto al diesel, empleado fundamentalmente por el transporte público de carga y pasajeros, después de la caída en la demanda de abril hasta alcanzar piso en un volumen de 236 mil barriles diarios, las ventas muestran en momento aumentos, y en algunos casos, reducciones de periodos cortos.
Por ejemplo, el consumo de este combustible cayó de 380 mil barriles diarios en la semana 13 a 236 mil barriles en la semana 16 —tercera de abril—, lo que representó una disminución de 38%.
Para la semana 24, el consumo de diesel había alcanzado los 328 mil barriles diarios, considerando que el movimiento de carga no podía frenarse, por la necesidad de abastecer de mercancías a los principales centros de consumo del territorio nacional.
El único combustible que se comercializa en el país que no ha podido repuntar a los niveles máximos que llegó a alcanzar antes de la pandemia, 103 mil barriles diarios, es la turbosina, que, de acuerdo con datos de la Sener, mantiene volúmenes de distribución equivalentes a una tercera parte de lo que el sistema nacional aeroportuario consumía.