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Banco de México (Banxico) no siempre ha entregado remanente de operación al gobierno federal cuando obtiene utilidades en el balance de su ejercicio anual.
La ganancia cambiaria que reportó en 2011, por 107 mil 507 millones de pesos, se quedó en el balance del banco central para reconstituir la reserva de revaluación de activos, cuando era gobernador Agustín Carstens.
Por lo tanto, no se originó remanente de operación que tuviera que ser distribuido al gobierno federal en 2012.
Incluso en el dictamen del auditor externo se mencionó que la decisión de la reconstitución de la reserva no fue acordada con Hacienda, cuando su titular era José Antonio Meade Kuribreña.
El remanente de operación de los dos años anteriores también fue de cero.
Para el ejercicio del 2013, ya con Enrique Peña Nieto como presidente del país y Luis Videgaray como su titular de Hacienda, tampoco hubo remanente.
Sin embargo, en los ejercicios siguientes Banxico sí entregó remanente, el de 2014 lo compartió como parte de sus ganancias con el gobierno federal, al entregarle 31 mil 449 millones de pesos. Para el ejercicio de 2015 el remanente fue de 239 mil 94 millones.
El más jugoso que se distribuyó fue el del ejercicio de 2016, por 321 mil 653 millones de pesos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer en la mañanera que Banco de México no entregó a su gobierno el remanente de operación del ejercicio 2020. Explicó que en otros sexenios sí hubo esos recursos transferidos “y ahora no hubo”.
Recurso etiquetado
El gobierno federal ya no puede disponer de esos ingresos extraordinarios de manera discrecional, ya que entró en vigor la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), modificación que se dio en momentos en que subió la deuda pública y había un entorno externo adverso.
Antes de esa modificación, la SHCP utilizaba dichos recursos no recurrentes para compensar la caída de ingresos presupuestarios, sobre todo derivados de la venta de petróleo en los mercados internacionales.
Con ello se evitaban recortes más drásticos del gasto público, como ocurrió en febrero de 2016, cuando Videgaray anunció un ajuste preventivo del gasto por 132 mil 300 millones de pesos, equivalente a 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB), de los cuales 100 mil millones de pesos se recortarían de Pemex.