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cartera@eluniversal.com.mx
La séptima ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se contaminó tras el anuncio del gobierno estadounidense sobre la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio.
En el mensaje de clausura del encuentro, la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, amagó con imponer medidas similares de concretarse la acción, mientras que el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que no se descarta ninguna respuesta en consecuencia.
Ayer por la mañana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó ruido luego de tuitear que solamente echará para atrás la decisión de imponer el arancel a sus socios comerciales si se negocia un TLCAN justo.
“La industria estadounidense de acero y aluminio están muertas. Lo siento, es tiempo de cambiar” y “para proteger nuestro país debemos resguardar el acero estadounidense”, escribió el mandatario a través de su cuenta de Twitter.
Más tarde matizó: “Si llego a un acuerdo que es justo para los trabajadores y la población estadounidense, imaginaría que uno de los puntos que se negociarán serán los aranceles al acero para Canadá y México” y añadió que el tema “debería ser parte del TLCAN”.
Aunque a lo largo de la última jornada de la séptima ronda algunos funcionarios de Estados Unidos dijeron que puede haber algunas excepciones, las respuestas de México y Canadá fueron contundentes.
Ildefonso Guajardo pidió al
gobierno estadounidense en un tuit excluir el arancel al acero y aluminio de México, porque esa no es la manera de impulsar la modernización del acuerdo.
Más tarde, durante la conferencia de prensa sobre la conclusión de la séptima ronda de renegociaciones, el titular de Economía afirmó que “una vez que tengamos con claridad cuál es la decisión que se tome en la Casa Blanca estaremos en disposición de responder sin descartar ninguna acción”, porque no se reaccionará ni a tuits ni a declaraciones, solamente a hechos.
“Como aliado y cliente número uno nosotros no aceptamos estas restricciones. Serían totalmente inaceptables. Siempre defenderemos a los trabajadores y, en caso de que esto suceda, entonces Canadá tomará medidas apropiadas para defender a los intereses comerciales y a los trabajadores”, advirtió la canciller canadiense durante su mensaje.
Abren ronda intersesional. Tras nueve días de negociaciones, Freeland, Lighthizer y Guajardo anunciaron que se realizará una ronda intersesional de cinco semanas de duración, donde se trabajarán temas de telecomunicaciones, comercio digital, obstáculos técnicos al comercio, empresas propiedad del Estado, energía y servicios financieros.
Afirmaron que en la séptima ronda se concretaron tres capítulos más dos anexos: transparencia, mejores prácticas regulatorias y medidas sanitarias y fitosanitarias, además del anexo sectorial farmacéutico de fórmulas y patentes.
La octava ronda de renegociaciones, aún sin fecha, es posible que se realice en la primera mitad de abril, aunque dependerá de la agenda de los jefes negociadores.
Lighthizer declaró que habrá que acelerar el ritmo, porque en siete rondas solamente se concretaron seis capítulos, por lo que pidió mayor rapidez en las negociaciones.
“De 30 mesas de trabajo y después de siete rondas, sólo hemos completado seis capítulos. Tenemos que hacer más”, afirmó Lighthizer.
El estadounidense comentó a sus socios que ellos buscarán rebalancear el comercio en el TLCAN y proteger a sus trabajadores, por lo que todo lo que negocian será bajo esas premisas.
Y aseguró a sus contrapartes que “el presidente Trump ha dicho que nosotros esperamos un final exitoso de estas conversaciones y preferimos la vía trilateral, pero si es imposible, estamos preparados para bases bilaterales”.