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Moody’s advirtió que la salida unilateral de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) provocaría una recesión en México y estrés para algunos sectores, lo que tendría consecuencias perjudiciales para el perfil crediticio del país, que tiene hasta ahora un A3 con perspectiva negativa.
“Bajo este escenario, la elevada dependencia comercial que tiene México con Estados Unidos sería la principal vulnerabilidad y la introducción de fuertes barreras comerciales podría provocar una recesión que tendría diferentes efectos para los distintos sectores en México”, señaló en un nuevo reporte divulgado ayer.
Estableció que si bien en el escenario base para el TLCAN es que a finales de marzo se lograría un consenso para modernizarlo, se están considerando otros posibles escenarios.
Uno de ellos es el riesgo de que Estados Unidos se retire unilateralmente del tratado original.
Sectores afectados. En conferencia, analistas de la calificadora detallaron los sectores más perjudicados y los que de alguna manera están blindados ante el escenario más extremo.
En el primer caso, la retirada del socio comercial más cercano significaría para el sector de la construcción problemas más serios, dada la mayor dependencia en el consumo y la actividad económica local.
Otro efecto negativo ubicado por Moody’s es que las entidades federativas experimentarían efectos de mayor consecuencia ante una salida unilateral de Estados Unidos.
La caída en la inversión transfronteriza y el comercio bilateral probablemente llevaría a una recesión, y ocasionaría a su vez una disminución de las participaciones federales (transferencias no etiquetadas), las cuales representan alrededor de una tercera parte de los ingresos totales de los estados, anticipó.
Para algunos estados con actividad exportadora, las recesiones de sus economías locales pueden tener consecuencias aún más profundas que las de una desaceleración nacional, provocando que caigan sus ingresos propios, consideró.
Al respecto, el analista de gobiernos soberanos, Mathew Walter, detalló que los estados más sensibles serían los que tienen una alta relación comercial con Estados Unidos.
Pero, el efecto generalizado sería vía transferencias federales, pues al darse un menor crecimiento de la economía nacional disminuirían participaciones y aportaciones.
Lo mismo sucedería con la banca, según explicó el especialista Georges Hatcherian, pues si bien ha demostrado resiliencia frente a las crisis, el impacto vendría por el lado de una eventual desaceleración, ya que se observarían incrementos en la deuda como efecto de una menor capacidad de recuperación de la cartera en mora.