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Bruselas.— El renovado Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos constituye un candado para evitar que la próxima administración altere la política económica de México con medidas populistas.
Esa es una de las conclusiones a las que han llegado los expertos de la consultora Oxford Economics al analizar “el principio de acuerdo” alcanzado entre México y EU.
De acuerdo con un reporte del economista Fernando Murillo, de aprobarse el nuevo TLC, fortalecerá el entorno macroeconómico de México ante la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en diciembre.
“Además de la política fiscal y la independencia del banco central, el acuerdo proporcionaría una capa adicional a las restricciones que inhiben la implementación de medidas populistas en México”.
“En particular, el acuerdo renovado del NAFTA mantendría sin aranceles a los productos agrícolas, preservará la apertura del sector de energético y evitaría la manipulación de la moneda”.
Respecto a las nuevas disposiciones para el sector del automótriz, comparte la evaluación del secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, de que 32% de la producción no podrá cumplir con el requisito para tener acceso libre de impuestos al mercado estadounidense, es decir, que tenga 75% de contenido de América del Norte, o 40% del coche fabricado en plantas con salarios de más de 16 dólares por hora.
“Los fabricantes de automóviles podrían optar por ignorar la regla salarial y pagar la tarifa (2.5%)”.
La producción de automóviles en México suma casi 4 millones de unidades al año, cuatro veces más que en 1994, cuando inció el TLCAN. Las exportaciones superan las 3 millones de unidades al año, seis veces más que en 1994.
En cuanto a Canadá, la firma británica prevé que se sume al pacto. Aunque considera que el gobierno de Justin Trudeau “no se inclinará por completo a las demandas de Estados Unidos”, ni cederá a la presión ejercida por el presidente Donald Trump.
El reporte del economista Oren Klachkin, sostiene que “a pesar de que su economía es pequeña con relación a Estados Unidos, Canadá tiene varias cartas clave en estas cruciales conversaciones.
“Estados Unidos perdería de no llegar a un acuerdo con Canadá. Casi 9 millones de empleos en ese país están directa o indirectamente relacionados al comercio canadiense, y un billón de dólares del PIB se respaldan por el comercio y la inversión canadiense”.
El vecino del norte es además el principal destino de las exportaciones de 35 de los 50 estados estadounidenses.
Los tiempos y procedimientos de aprobación también favorecen a Canadá. Comenta que el Congreso autorizó a Trump negociar con México y Canadá, y no únicamente con un país, por lo que requiere la firma de los canadienses, indican.