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sara.cantera@eluniversal.com.mx
Si Estados Unidos decide imponer un arancel a los autos importados, pero excluye a las armadoras con plantas en Norteamérica, Honda sería la menos afectada, pues 93% de los vehículos que vende en ese mercado se fabrican en una instalación ubicada en Canadá, EU o México.
Honda comenzó a fabricar vehículos en Estados Unidos hace 40 años y en 2017 fabricó 1.2 millones de autos y camionetas en ese país, así como 1.4 millones de motores y 1.1 millones de transmisiones.
Las automotrices más afectadas serían Mazda, Audi, BMW y Daim- ler, cuyas importaciones de vehículos al mercado estadounidense vienen en su mayoría fuera de la región de Norteamérica en 82%, 77%, 71%, y 62%, respectivamente.
Este análisis hecho por Scotiabank en Canadá detalla que si el arancel se impone a todos los vehículos importados, incluyendo a los provenientes de Canadá y México, esto afectaría a prácticamente todas las armadoras, entre ellas a las estadounidenses Ford, General Motors y Fiat Chrysler. Además de Honda, Ford y General Motors son las otras dos armadoras con la mayor cantidad de producción de vehículos en la región de Norteamérica. Mientras que Hyundai, Subaru y Nissan fabrican la mitad de los vehículos que venden en Estados Unidos en ese país. Toyota fabrica casi 50% de lo que vende en Estados Unidos en ese país y otro 10% lo importa de Canadá y México.
“Los aranceles a los autos importados serían el primer paso en una escalada de represalias por los países afectados, lo que provocaría una guerra comercial que llevaría a Estados Unidos a una recesión económica en 2020. Por lo tanto, nuestro escenario base es que estos aranceles no serán impuestos”, comentó Juan Manuel Herrera, en el análisis de Scotiabank.
Estados Unidos es un importador neto de automóviles. En 2017 compró del exterior 8.3 millones de unidades contra 2 millones de exportación.
“Si el arancel se aplica a todos los vehículos, los fabricantes alemanes serían los más afectados, seguidos de los coreanos y los japoneses”, agregó Herrera.