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La producción industrial del país no varió en términos reales en marzo pasado respecto a la del mes inmediato anterior, según cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Inegi.
Por componentes, el sector minero se contrajo 1.5% a tasa mensual, por un retroceso de 6.9% en los servicios relacionados con esta rama, mientras que la extracción de petróleo y gas se contrajo 1.5% en marzo respecto a febrero.
La sección relacionada con la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final registró su caída más pronunciada desde 2002, de 4.3% en el mes de referencia, explicada por el fuerte retroceso de 5.7% en la distribución de energía eléctrica.
La industria manufacturera subió 2.1%. Los sectores que tuvieron el mayor incremento fueron la fabricación de derivados del petróleo (13%), industrias metálicas (8.3%) y la producción de muebles (5.6%).
En su comparación anual, la producción industrial no cambió en marzo, luego de que en febrero reportó un incremento de 0.5% contra el mismo mes del año pasado.
Por sectores de actividad económica, las ramas manufactureras se expandieron 3.4%, el mayor incremento en siete meses, en tanto que la construcción creció sólo 0.1%. La minería descendió 6.5%, mientras que la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final se redujo 2.8% en marzo, contra el mismo mes de 2017.
De manera acumulada, la producción industrial cayó 0.8% en el primer trimestre del año, por debajo del avance de 0.5% registrado en el mismo lapso del año anterior.
“La incertidumbre en torno al proceso electoral probablemente se verá reflejada en una depreciación de la divisa mexicana durante el segundo trimestre del año. Ello implicaría una mayor demanda externa de productos nacionales, lo cual tendrá un impacto positivo sobre las exportaciones y la producción manufacturera”, comentó Francisco Flores, economista de Banorte-Ixe.
Respecto a la construcción, espera que el “mayor dinamismo observado durante los primeros tres meses del año continúe, por un mayor gasto gubernamental de las entidades y municipios que detonará el proceso electoral de este año, el cual se verá reflejado en un crecimiento de los proyectos de infraestructura”.