La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que entre mayor es la desigualdad social en un país, el número de contagios de Covid-19 es más alto, como sucede en naciones como México, Sudáfrica y Estados Unidos.
En el análisis La propagación e intensidad del Covid-19: ¿La desigualdad importa?, que realizó el organismo, se explicó que aunque hay muchas explicaciones en torno al aumento de las infecciones y de las muertes en los distintos países, la desigualdad, medida con el índice de Gini, tiene una relación directa con el número de personas contagiadas.
Por una parte se registran los casos relacionados con la pirámide poblacional de un país, con los sistemas de salud, con las decisiones y respuestas de los gobiernos y la confianza de la población en la información oficial.
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Pero también están las desigualdades socioeconómicas, que juegan un papel importante y que explican las diferencias entre los países en torno a las infecciones del Covid-19 y la tasa de mortalidad, ya que “actúan como un catalizador para una propagación más rápida del virus”.
Además, el organismo destacó que para una persona marginada es más difícil tener distanciamiento social, porque las familias en pobreza extrema no podrán aislarse y permanecer en casa, porque de lo contrario se quedarían sin ingresos.
En cambio, una persona con oportunidad de realizar trabajo a distancia puede permanecer en casa y mantener sus ingresos.
En el documento Prospectiva y situación mundial de la economía 2021, la ONU incluyó el estudio sobre la desigualdad y el Covid-19, en el que afirmó que también hay una positiva, pero baja correlación, entre la desigualdad y las tasas de mortalidad.
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“De hecho, algunos de los grandes países con relativamente altos niveles de desigualdad de ingresos, como Brasil, México, Sudáfrica y Estados Unidos, han sido golpeados por la pandemia. Hasta el 10 de diciembre de 2020 estas cuatro naciones acumularon casi 40% de la cifra total de muertes por la pandemia, aunque sólo suman 9.5% del total de la población mundial”, expuso.
Sin embargo, queda claro que “las desigualdades aceleran la transmisión del virus y esto contribuye a que haya un alto número de casos, que indirectamente aumenten la mortandad”.
En el estudio expuso que los resultados preliminares mostraron que el porcentaje de personas que viven en zonas urbanas tiene una correlación con el número de casos y muertes; mientras que hay relación entre las muertes con el porcentaje de la población que tiene arriba de 65 años.
La ONU afirmó que la experiencia demostró que las poblaciones más vulnerables a enfermedades tienen que ver con el nivel de ingresos y no es la excepción lo que sucede con el Covid-19.