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Durante la actual administración, la industria automotriz nacional se consolidó como la fuente de captación de divisas más importante. No obstante, este sector que ha “acelerado” el motor de la economía mexicana durante, por lo menos, los últimos 20 años, enfrentará algunos retos con el nuevo acuerdo al que llegaron México y Estados Unidos, el cual representa una amenaza para el dinamismo de la industria.
En el acuerdo en principio alcanzado por México y Estados Unidos los vehículos ensamblados en la región deberán integrar 75% de componentes hechos en estos dos países, además de que 40% deben ser componentes producidos por empleados que reciban un salario igual o superior a 16 dólares la hora.
“El periodo para alcanzar 75% del contenido regional es de tres años; no obstante, es muy probable que poco a poco el crecimiento de las exportaciones automotrices a Estados Unidos empiece a desacelerarse, prácticamente desde el año entrante”, advirtió el economista Jonathan Heath.
Especialistas prevén que las exportaciones podrían desacelerarse a partir del siguiente año, y empresas deberán trasladar operaciones de insumos intermedios a México.
El economista detalló que el cambio de contenido regional de 75%, que implica que el acero venga de la región requiere la adecuación de muchas líneas de producción para poder cumplir con este requisito.
“Sí se va a poder hacer, pero el problema es que todos los coches hechos en América del Norte van a ser menos competitivos porque subirán los costos y eso lo va tener que pagar el consumidor, y posiblemente tendremos que tener cuidado para exportar a otros países”, destacó Heath.
Por su parte, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), destacó que la industria automotriz tiene el desafío de producir más insumos intermedios en el país. Es decir que, para lograr los parámetros de contenido regional requiere reducir los insumos intermedios que vienen, principalmente, del este de Asia, para producirlos en México, y para lograrlo requiere fortalecer sus cadenas productivas que existen en México y aumentar su proveeduría de insumos intermedios.
“Si el sector se desacelera o no dependerá de las empresas que están en el sector, es decir, de su capacidad en el corto y medio plazos de trasladar operaciones hacia México; de otra manera, sí existen riesgos de una desaceleración”, aseguró.
De 2012 a 2017 las exportaciones automotrices de México ascendieron a 637 mil millones de dólares, concentrando la mayor captación de dólares, y tuvieron un crecimiento de 43.3%, donde 35% de las exportaciones manufactureras del país provienen del sector.
De acuerdo con un reporte de BBVA Bancomer, aproximadamente 697 mil unidades (35% de las exportaciones de vehículos ligeros) no cumplirían con la regla de origen de 75%. La industria automotriz mexicana exporta cerca de 85% de los autos que fabrica a Estados Unidos y Canadá.
BBVA Bancomer detalló que los cambios más importantes del TLCAN se concentraron en el sector automotriz, responsable del déficit comercial de Estados Unidos con nuestro país y principal preocupación de la administración de Donald Trump. En 2017 el déficit en equipo de transporte fue de 76 mil millones de dólares, al cual los vehículos automotrices contribuyeron con 71%.
“La industria automotriz seguirá siendo competitiva a pesar de las restricciones, (…) si bien el tratado no es óptimo, no sacrifica a la industria porque seguirá siendo competitiva, (…) no parece que vaya a impedir que siga fluyendo inversión al sector y a pesar de que hay una serie de restricciones y complicaciones, porque no era una negociación fácil”, destacó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer para México.
Salarios, sólo un capricho. Otra de las de las nuevas condiciones en el reciente acuerdo es que 40% del contenido tiene que venir de una región en la que se paguen por lo menos 16 dólares por hora, lo que equivaldría a un salario de más de 70 mil pesos mensuales.
Al respecto, Heath comentó que “es obvio que eso no va a provenir de México, sino más bien de Estados Unidos y Canadá. Esa parte es para que Trump esté contento, pero no tiene una afectación importante para México porque todos los coches que hacemos tienen por lo menos 40% de insumos de Estados Unidos o Canadá; esa parte no afectará a la industria”, detalló.
En México el promedio salarial de quienes manufacturan vehículos y motores es de 2.3 dólares la hora, mientras que en Estados Unidos los salarios para obreros que se desempeñan en el mismo sector es casi 10 veces mayor, con 21.50 dólares por hora.
La industria automotriz mexicana representa casi 3% del PIB nacional y provee empleo para unos 2 millones de personas.