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Bruselas.— El gobierno de Jalisco rompe filas con lo acordado entre México y la Unión Europea, poniendo en riesgo la modernización del acuerdo comercial en vigor desde 2000.

Altos funcionarios cercanos al proceso informaron a EL UNIVERSAL que la administración estatal cambia de último momento las reglas, al negarse a participar en el capítulo de acceso a compras de gobierno, cuando inicialmente había manifestado disposición.

“Jalisco ahora dice que no le entra, sin su participación los números no nos dan”, dijo la fuente diplomática.

México y la Unión Europea llegaron a un principio de acuerdo el 23 de abril de 2018, y el documento pactado se encuentra bajo revisión jurídica.

Las partes se fijaron como objetivo tener listo el texto en la primera quincena del presente mes, pero han emergido algunos imprevistos técnicos y de contenido, particularmente en el rubro de compras de gobierno.

El acuerdo, en principio, sostiene que “México ofrecerá a las empresas de la Unión Europea más oportunidades en compras de gobierno que a ningún otro de sus socios comerciales”.

Las compañías europeas podrán ofrecer servicios y mercancías a entidades que nunca antes habían abierto sus contrataciones, como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el ISSSTE, el IMSS, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad.

También podrán participar en las compras de gobierno a escala estatal y municipal, un mercado excluido de todo tratado.

El acuerdo sostiene que los estados que representan 62.5% del PIB de México, con relación al año fiscal 2016, harán licitaciones abiertas a firmas europeas.

Para cerrar el texto negociado se requiere mencionar en el acuerdo a estados participantes y cuál será su contribución.

“Sin compras de gobierno, simplemente no habrá acuerdo”, dice el alto funcionario.

En México, las compras públicas representaron 5.2% del PIB y 21.1% del gasto total gubernamental en 2015.

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