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A cuatro años de la entrada en vigor la reforma fiscal, con la cual es obligatoria la contabilidad electrónica, se han dado casos de penas corporales por incumplimiento, señaló la Asociación Nacional de Fiscalistas.
Ha habido casos de empresas que debieron enfrentar las sanciones establecidas con los cambios que se hicieron al Código Fiscal de la Federación (CFF), que van de tres meses a tres años de cárcel por no llevar la contabilidad, dijo el integrante de la comisión fiscal Tomás Cisneros.
“Es un tema que no debemos olvidar, que se vea como un mal necesario el tema de la responsabilidad el tener los registros contables actualizados para cumplir con la reforma al Código y con lo que establece la resolución miscelánea fiscal”, señaló en entrevista el también presidente de la los fiscalistas en Querétaro.
Hay que recordar que desde enero de este año es obligatorio el envío de la contabilidad electrónica a través del buzón tributario bajo la nueva versión 1.3, en la cual es necesario que los contribuyentes agreguen la información del medio de pago en los elementos cheques, transferencia y otro método de pago cuando exista salida o entrada de recursos. Además, se modificó el estándar técnico de los archivos XML que deben enviar relativos a su contabilidad.
Al hablar de la importancia del debido cumplimiento de la contabilidad, para enfrentar la responsabilidad penal de las empresas, el fiscalista advirtió que por no enviar la contabilidad en un formato electrónico como la balanza de comprobación se tienen que pagar multas de 5 mil a 16 mil pesos.
Refirió que a partir de la reforma fiscal de 2014 no sólo comenzó una nueva forma de llevar la contabilidad para las empresas, sino el cumplimiento con el fisco, ya que se tiene que entregar de manera electrónica. “Ahora la contabilidad no es sólo llevar los papeles con facturas de ingresos y gastos, va mucho más allá”, indicó.
En ese contexto, señaló que en el tema de la contabilidad una omisión o un mal registro puede derivar en casos penales, pues entra como defraudación fiscal, de ahí que el fiscalista consideró importante presentar un dictamen para demostrar que no se cometieron esos delitos.
Matizó que llevar una contabilidad bajo las nuevas reglas hace transparentes las operaciones de las empresas y facilita la tarea de la autoridad fiscal de acuerdo con sus facultades de revisión, porque de esa forma obtiene información para verificar, con lo cual se limitan los riesgos.
“Definitivamente, cuando la autoridad fiscal lleva a cabo sus facultades de revisión el tener una mala contabilidad o que no se haya hecho el registro, que se destruya la información o que no se ponga a disposición de la autoridad puede derivar en situaciones penales”, advirtió.
Cisneros comentó que todo lo anterior se analizó en el Congreso Contpaq que tuvieron en días pasados. “Tomar en cuenta que es un delito registrar datos falsos en esa contabilidad. Todo esto lo analizamos en el congreso”, dijo.