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maria.saldana@eluniversal.com.mx
El nuevo Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en ingles) tiene aspectos benéficos, pero no es un tratado fantástico y en algunas áreas no tenemos resultados “ideales” y “dolerán”, dice Jesús Seade Kuri, encargado de las negociaciones del equipo de Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el representante del presidente electo en la modernización del tratado comercial de América del Norte comenta que entre los temas sin resultados ideales está la propiedad intelectual, como en medicinas genéricas y patentes biotecnológicas.
En ese apartado, la protección subió de cinco a 10 años.
Comenta que en general el acuerdo fue bueno si se considera que hubo temas con puntos de vista diametralmente opuestos en los que se buscó el punto medio.
“Es un acuerdo muy bueno, aunque tiene cosas que nos van a doler, en propiedad intelectual o en textiles, por ejemplo, porque se endurece la regla de origen”, considera.
El vicerrector con licencia para asuntos internacionales de la Universidad de Lingnan de Hong Kong dice que el acuerdo también ata en “algo” a México para firmar acuerdos con economías que no son de mercado, como China.
Sin embargo, dice, “no veo que en el futuro cercano se quiera desarrollar un tratado de libre comercio con ese país”.
Seade Kuri comenta que el próximo gobierno mexicano quiere acercarse con el gigante asiático, “es la más alta prioridad, pero puede significar otras medidas intermedias, como mejorar el acuerdo de protección de inversiones o los mecanismos de consultas, porque hemos hecho muchas barbaridades con ellos, como lo que sucedió con el tren ligero”.
A cumplir compromisos
Sobre los ajustes que México se comprometió a realizar en materia laboral antes del 1 de enero de 2019, Seade Kuri afirma que van en línea con lo que busca la próxima administración, que es dar fin a los sindicatos charros y un mejor tratamiento a los trabajadores, entre otros temas.
“En realidad, el capítulo laboral fue empujado por la agenda del gobierno entrante. Aunque es algo en lo que algunos empresarios han expresado cautela y reserva, pero está en línea con la modernización de México en el tratamiento de trabajadores”, comenta Seade.
Si en algún momento se lleva a México a un panel dentro del acuerdo comercial de Norteamérica por incumplir las reglas laborales será porque no se apegó a los compromisos, detalla.
Área de oportunidad
Sobre las reglas de origen del sector automotriz, considera que es un área de oportunidad, porque 40% de los insumos tienen que hacerse en zonas donde se pague a 16 dólares la hora, pero eso incluye 15% en costos de ingeniería, desarrollo y administración, y esto es perfectamente factible en México.
Significa que es un incentivo para dejar de ser un país ensamblador e invertir más en investigación y desarrollo.
El doctor en Economía por la Universidad de Oxford con maestría en El Colegio de México e ingeniero químico de la UNAM comenta que hay temas que tendrán que revisarse en los próximos años aprovechando que existe un mecanismo de revisión a partir del sexto año de vigencia del acuerdo, y un caso de estos es la cláusula por la que se podría frenar la entrada de autotransportistas de carga mexicanos a Estados Unidos, en caso de presentarse un aumento súbito de unidades al país del norte.
“Es uno de los temas que tenemos anotado que habrá que revisar en los próximos años”, abunda.
Soberanía energética
Seade Kuri considera que fue importante para el próximo gobierno que se incluyera un capítulo en el que quedara claro que el gobierno mexicano mantiene su soberanía para hacer cambios a su Constitución y leyes en materia energética, pero eso no significa que se dará marcha atrás a los contratos existentes. “Lo que se estableció es el derecho inalienable de ejercer soberanía sobre sus recursos y leyes. La Constitución está por encima de acuerdos, incluso el tratado”, dice.
Para Jesús Seade, los contratos que se dieron en la industria petrolera ya están y solamente se revisarán para ver si hubo corrupción, pero ese capítulo “no es ninguna señal de que pueda haber un cambio específico. Es una aclaración de lo que puede hacer cada país”.
No se manifiesta claramente en torno a si habrá o no un cambio de la reforma energética, sólo afirma: “El país tiene su derecho a evolucionar en la decisión que se tome; puede haber cambios legislativos, profundización de la ley o cambios de la ley, no puedo negar eso”.
Aunque Seade Kuri acompañó al equipo negociador de México del gobierno actual, explica que negociar con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, fue difícil, porque “es un hombre muy duro, pero muy honesto”.
Refiere que lo conoce desde hace 20 años. “Somos amigos, hay respeto mutuo, nos conocimos en una disputa comercial de la OMC, en materia de antidumping de cemento”; en ese entonces “éramos contrincantes, pero había gran respeto”.
Dos décadas después fue como sentarse a la mesa con un conocido, pero al final de cuentas otra vez como contrincantes, “pero eso no quiere decir que no se desarrollara con un respeto mutuo”.
Expuso que los aranceles por cuestiones de seguridad nacional que impuso Estados Unidos al acero mexicano desde junio pasado es una cuestión que no se pudo resolver en la negociación.
Aunque fue parte de los temas en la mesa y “no llegaron a nada”, comentó que se aceptó que se retomara el asunto y se buscara solución antes de la firma del nuevo acuerdo comercial.