Ciudad de México.- En nuestro país , sólo 30% de los mexicanos cuenta con educación financiera.
Así lo indica la más reciente Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, (ENIF). La brecha es grande frente a otras economías de la región y se ve más distante cuando se compara con Dinamarca o Suecia, en donde la educación financiera alcanza al 70% de la población.
La educación financiera impacta en las finanzas personales de los mexicanos, pero también en sus empresas,
explica Allan Apoj, empresario y director de Credijusto.
Señala que “existen ideas equivocadas sobre las implicaciones que puede tener un crédito. Muchos empresarios aún lo ven como un riesgo o una deuda, cuando en realidad es una oportunidad de fortalecimiento”.
En los últimos 12 años, el número de adultos con al menos un producto financiero incrementó a 37%, pero aún existen 25 millones de trabajadores mexicanos que podrían ser incluidos financieramente si tuvieran un celular o un empleo formal.
De acuerdo con el mismo estudio, realizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), existe una correlación positiva entre el crédito y el nivel de ingreso, educación financiera y otros indicadores sociodemográficos. Por ejemplo, más del doble de las personas que han tomado un curso de educación financiera tienen acceso a un crédito formal.
De acuerdo con Apoj, de los clientes que piden un crédito a través de su empresa, 97% tiene éxito en sus proyectos y cumple con sus pagos sin ningún problema, por lo que insiste que el reto es hacer que mayores personas hagan uso de servicios financieros.
“Esto muestra que los créditos son una herramienta viable y poderosa para fortalecer una empresa y la economía de México”.
