Más Información
Senado turna a congresos estatales extinción del Inai y seis órganos autónomos; Morena y aliados aprueban con mayoría
Reforma judicial no es una venganza de AMLO: Loretta Ortiz en Con los de Casa; representa elección de la ciudadanía
economíahoy.mx
La rapidez con la que surgen nuevas tecnologías y la aparición de productos cada vez más asequibles llevará a un aumento de 30% de la basura electrónica en el mundo entre 2016 y 2025. Así lo concluye un informe de la Comisión de Residuos Electrónicos de la Oficina Internacional de Reciclaje (BIR, por sus siglas en inglés), presentado en Barcelona con motivo de la cumbre anual de la institución, que agrupa a empresas de reciclaje y asociaciones nacionales de más de 70 países.
El estudio, elaborado por la Universidad Harokopio de Atenas, señala que la prospectiva es complicada porque los datos internacionales son escasos y se recopilan con múltiples metodologías, de forma que la fuente más detallada es la de los países de la Unión Europea. Teniendo esto en cuenta, España pasará a formar parte de los países del mundo con más basura electrónica por habitante para 2025, con más de 20 kilos per cápita, frente a la horquilla entre 12 y 20 kilos en la que se situaba en 2016. El mismo salto lo darán también otros países del Este de Europa y Australia.
En todo el mundo, en 2025 se generarán 53.9 millones de toneladas de desechos de aparatos electrónicos, frente a los 41.2 millones de 2016, lo que supone el mencionado incremento de 30%. Teniendo en cuenta el crecimiento de la población global, el aumento per cápita será de 20%, pasando de 5.6 kilos por habitante y año a 6.7. La región del planeta donde más crecerá la chatarra electrónica en los próximos años será Asia-Pacífico, que ya lideraba la clasificación absoluta en 2016, pero que también verá aumentar la cuota por habitante. Con todo, las regiones con más residuos por habitante seguirán siendo Norteamérica y Europa occidental.
Retos. El informe señala retos como la falta de legislación en la mayoría de países para gestionar los aparatos electrónicos estropeados o en desuso, que suponen un problema ambiental y de desperdicio de recursos reaprovechables.
Además, los flujos comerciales de esta basura también están cambiando. Ya no sólo crece la exportación desde los países ricos a los pobres, sino el tráfico entre países en vías de desarrollo, y la previsión es que siga así por el auge del consumo local de bienes electrónicos, que comportará mayores reticencias a absorber chatarra ajena conforme aumente la interna.
Con este documento, el BIR pretende proporcionar información de base para que la industria del reciclaje y los legisladores públicos “planifiquen acciones efectivas para capturar las potencialidades de los desechos electrónicos y así contribuir a los objetivos de la economía circular”, según los autores.