Ante la falta de suficiente energía eléctrica en el país, sobre todo para la industria, es necesario que se otorguen permisos y se incrementen las inversiones porque hay problemas de transmisión en el país que pueden alejar proyectos de relocalización de empresas.
Abogados de Hogan Lovells explicaron que a pesar de que el fenómeno del nearshoring está trayendo inversiones de Asia a México, éstas se han frenado porque las empresas quieren que se les garantice que tendrán energéticos y agua.
El socio de la firma, Miguel Ángel Mateo, dijo que “la política energética va la mano de la política industrial”, por lo que es necesario que haya una política que permita las inversiones para atender la demanda de energéticos y no frenar el crecimiento.
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A pesar de lo importante de la energía el gobierno federal no ha invertido en el sistema eléctrico, en las redes de transmisión ni en distribución, ni para mantener el sistema actual.
Tampoco, por ideología, se permite la inversión privada a pesar de que “está perfectamente permitido en la Constitución”.
Además de la energía, los inversionistas que llegan a México buscan que se les garantice también el agua, dijo el socio de Hogan Lovells, Guillermo González Frankenberger.
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El nearshoring, o relocalización de empresas a México, “que se percibía como una ola enorme que nos iba a bañar de beneficios” podrá no llegar si no se trabaja en ofrecer la suficiente infraestructura.
En otras palabras “el nearshoring llegará tanto como lo permita la infraestructura”, sobre todo porque antes las empresas que querían invertir en México preguntaban sobre costos de traer su producción al territorio mexicano, pero ahora pregunta por la disponibilidad de agua y energía eléctrica.
Explicó que hace unos meses se frenaron las inversiones y se espera que en las próximas semanas se reactiven, proyectos que en su mayoría llegarán al Norte y Bajío de México.
Para los también socios de Hogan Lovells Mary Carmen Fuertes Abascal y Hugo Hernández Ojeda explicaron que, en medio del período electoral de Estados Unidos y México los sindicatos ejercen presiones para obtener mayores prestaciones para los trabajadores, aunque hay algunas propuestas de las que tendrá que revisarse su viabilidad.
Sobre todo, reducir la jornada laboral suena “muy atractivo” para los trabajadores por lo que existe una posibilidad de que se apruebe por el Congreso mexicano, a pesar del costo que tendrán para las empresas.
Hernández Ojeda dijo que por la parte de los sindicatos estadounidenses presionarán para que se lleven inversiones de México a Estados Unidos, sin embargo, los costos de producción pueden ser una variable que evita la salida de proyectos.
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