Ante los constantes cambios comerciales, geopolíticos y en el comportamiento de los consumidores, las organizaciones están decidiendo relocalizar algunos eslabones de su cadena de valor en jurisdicciones más cercanas a sus clientes, proveedores y destino final de los productos terminados, con el objetivo de consolidar operaciones más rentables y eficientes.
Así, en los últimos años, algunas empresas han manifestado su interés en establecer parte de sus actividades en México, ya que nuestro país ofrece beneficios como los siguientes:
— Geolocalización privilegiada
— Disponibilidad y competitividad del costo de mano de obra calificada
— Múltiples tratados comerciales y fiscales con varios países
— Disminución del tiempo de traslado a destinos de consumo y menor costo logístico
— Homologación de huso horario
— Alineación cultural y mismo idioma
Lo anterior está impactando el comercio internacional y en la inversión extranjera directa (IED) en nuestro país, así como propiciando no solo el crecimiento anual, sino también la reconfiguración de los sectores prioritarios.
En específico, al cierre de 2023, los países que encabezan la IED en México son: Estados Unidos (38%), España (10%), Canadá (10%), Japón (8%) y Alemania (7%). Adicionalmente, de 2018 a la fecha se ha observado un crecimiento significativo de IED procedente de China. Al respecto, si bien las empresas que deciden relocalizar sus operaciones en nuestro país provienen de diferentes países, China actualmente desempeña un papel protagónico.
En el mismo orden de ideas, a raíz de las crecientes tensiones comerciales, México ha logrado posicionarse como el socio comercial más importante de Estados Unidos (EU). Ante ello, se observan dos polos prioritarios: el primero conformado por los estados fronterizos con EU, y el segundo, por el corredor Ciudad de México-Estado de México-Bajío.
Desde la perspectiva sectorial, la industria manufacturera encabeza la distribución de la IED con cerca de 50%, seguida por el sector de servicios financieros y de seguros con 20%, y minería con 10%. Asimismo, se espera que la manufactura metalmecánica y electrónica presenten una tendencia de crecimiento.
En resumen, el nearshoring continuará impactando positivamente el desarrollo económico de nuestro país, con reinversiones de compañías de América del Norte y Europa, y nuevas inversiones de empresas provenientes de Asia.
Las condiciones globales y los cambios en los hábitos de consumo de las personas han hecho que el nearshoring se mantenga como una tendencia que permanecerá en el país por lo menos durante la siguiente década; sin embargo, para materializar las oportunidades, México debe desarrollar la infraestructura energética, hídrica, ferroviaria, carretera, portuaria, aeroportuaria y de movilidad urbana necesaria, así como garantizar la seguridad para incrementar la competitividad y disponibilidad laboral.
Socio de Global Strategy Group de KPMG México
Email: asesoria@kpmg.com.mx
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