maria.saldana@eluniversal.com.mx
La reubicación de las sedes de secretarías de Estado, como propone el próximo gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador, puede ser de los proyectos más onerosos del sexenio, consideró la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El presidente del organismo, Gustavo de Hoyos, dijo que para llevar a cabo ese plan debe realizarse un análisis técnico riguroso, con amplio escrutinio público, porque parece contraponerse con las medidas de eficiencia y austeridad en el gasto.
De acuerdo con el Proyecto de Nación que elaboró el equipo del futuro presidente de México, se calcula que el traslado de las secretarías y dependencias costará 125 mil millones de pesos, sin contar los impactos indirectos de la medida.
Además, se requiere desembolsar en estudios preliminares en los que se gastarán aproximadamente 2 mil millones de pesos, cifra equivalente al presupuesto de la Secretaría de Salud de este año.
“Si bien apoyaremos decididamente las medidas de austeridad republicana que ha postulado el presidente electo y que en su gran mayoría son pertinentes”, el plan “parece contradictorio con las medidas que se emprenderán para hacer más eficiente el gasto público federal, y podrían incluso neutralizar los ahorros”.
Para De Hoyos, los trámites no cambiarán en las dependencias, lo único que sucederá es que las empresas deberán invertir en atenderlas por diversos estados del país, lo que incrementará los costos de desplazamiento y eficiencia de las propias empresas.
Aseguró que el objetivo debe ser evaluar “si el impacto positivo esperado de esta medida de cambio de adscripción supera los enormes y evidentes costos”.
Existe una serie de inconvenientes, como los tiempos y costos, la selección de inmuebles y la justificación, la posibilidad de que se pierda capital humano, entre muchos otros aspectos a evaluar, destacó el dirigente de la Coparmex.
