Ante el término de los programas de diferimiento de pagos en créditos bancarios en la mayoría de los países en América Latina, se espera que la presión sobre el desempeño y las calificaciones de los bancos de América Latina se intensifiquen a principios de 2021, ya que se mostrará el el verdadero impacto de las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 , explicó Fitch Ratings .

“Las medidas de diferimiento de préstamos han oscurecido los informes sobre la calidad de los activos bancarios en los siete mercados más grandes de América Latina. Los bancos con mayor exposición minorista así como modelos de negocio menos diversificados son los más expuestos al riesgo crediticio a la baja. La solvencia bancaria seguirá estando presionada por el vencimiento de los programas de alivio de pagos de la deuda, el limitado margen de maniobra de las autoridades en caso de un resurgimiento de las tasas de infección, así como una débil recuperación económica tras un período prolongado de crecimiento del por debajo del potencial”, explicó.

Ante ese entorno, Fitch Ratings dijo que los índices de préstamos en mora de los bancos aumenten en el cuarto trimestre de 2020 y principios de 2021 después de la expiración de los períodos de gracia de aplazamiento, justo cuando los clientes deben retomar sus pagos .

“La participación relativamente alta de los bancos latinoamericanos en varios programas de alivio de pagos de deuda autorizados por los reguladores locales simplemente ha retrasado las presiones a corto plazo sobre la calidad y rentabilidad de los activos reportados, ya que los pagos atrasados no se perdonan y deben reembolsarse eventualmente”, añadió.

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destacó que particularmente en Brasil y Panamá, dado que los programas de aplazamiento se extendieron hasta diciembre de 2020 , se espera que las tasas de morosidad aumenten durante el primer semestre de 2021 y posteriormente, salvo que se realicen más programas de aplazamiento.

“En El Salvador, el programa de aplazamiento también se extendió hasta marzo de 2021, y México entró en una segunda fase de indulgencia el 23 de septiembre, pero se centró en la reestructuración de préstamos”, explicó.

En ese sentido, la firma recordó que mantiene calificaciones negativas y perspectivas sectoriales para los bancos en América Latina, con aproximadamente 68% de los bancos con calificaciones internacionales en perspectiva u observación negativa.

“Las expectativas de deterioro de la calidad de los activos y la rentabilidad, así como la respuesta de las autoridades regionales en términos de tolerancia regulatoria, estímulo fiscal y relajación monetaria, se reflejan en las perspectivas de las calificaciones”, dijo Fitch Ratings.

vcr

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