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Ante la visión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el sentimiento de los inversionistas extranjeros hacia las oportunidades de negocios en la industria energética de México se ha ido deteriorando a medida que los reguladores pierden la autonomía del gobierno y la nueva administración favorece a Pemex, dijo Moody’s.
“Los cambios importantes en la ley de energía son improbables, pero siguen siendo una posibilidad, dado el apoyo de la administración actual dentro del Congreso y el Senado de México”, dijo la calificadora.
“Las nuevas oportunidades para invertir en el sector energético de México han disminuido debido a la suspensión indefinida de las subastas de petróleo y gas, y de farmouts”, destacó.
En un estudio sobre el sector energético en América Latina, Moody’s resaltó que la visión más nacionalista del gobierno de la industria energética en México significa que Pemex no entrará en nuevos proyectos de asociación en el futuro previsible, con lo que corre el riesgo de acelerar el agotamiento de sus campos petroleros existentes.