La transformación de los servicios financieros en México ha tenido su impacto en el Monte de Piedad.
En medio del conflicto que vive con su sindicato y las negociaciones estancadas sobre el contrato colectivo de trabajo, la institución reconoce que otros jugadores han ganado mercado y se han llevado a clientes que antes recurrían al empeño.
“Se debe probablemente porque cada vez hay más fuentes de financiamiento. Todos tenemos en nuestros teléfonos formas de pedir préstamos muy rápido. Se debe porque cada vez la banca más y más entra a este sector. Hace 22 años no existía Banco Azteca. Hace 17 años no existía BanCoppel y hoy son dos bancos que tienen muchos millones de clientes con préstamos personales y ese tipo de gente antes empeñaba. O cambiamos o desaparecemos”, dijo el director general de Nacional Monte de Piedad, Javier de la Calle Pardo.
La historia es más o menos similar para las principales instituciones del empeño en México. De acuerdo con el directivo, en los últimos cinco años, la cartera de crédito del Monte de Piedad ha caído 22%, en el caso de Fundación Dondé la reducción es de 38%%, mientras la de Monte Pio Luz Saviñón disminuyó 40%.
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“La gente no está empeñando. Está pidiendo menos préstamos por el empeño”, dijo el directivo.
De acuerdo con el artículo El Monte de Piedad de México: su origen y desarrollo, de María Eugenia Romero Ibarra, de la facultad de Economía de la UNAM, en 2007 Nacional Monte de Piedad atendió a más de 7 millones de usuarios, los cuales realizaron 20 millones de operaciones prendarias, recibiendo en promedio 34 millones de prendas en el mismo lapso.
“Hipotéticamente, significa que en un período de poco más de tres años, todos los mexicanos habrían efectuado una operación de empeño en el Nacional Monte de Piedad. Se trata de un préstamo para el consumo y satisfacción de necesidades básicas”, detalla la publicación.
Un tercio de clientes perdidos
El escenario es totalmente distinto, pues el Monte de Piedad reporta que ha perdido uno de cada tres clientes en los últimos cinco años.
“En julio de 2017 teníamos un millón y medio de clientes. En enero de 2018 un millón 393 mil. En enero de 2023, 922 mil. La caída es de 33% en solamente tres años y medio”, dio a conocer el directivo de la institución.
De la Calle puso como ejemplo la actividad de su sucursal histórica.
La casa matriz está ubicada en el Zócalo de la Ciudad de México, donde hizo 303 mil empeños en 2018 y perdió 100 mil para 2022, una tercera parte.
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“Vamos en caída libre. Estamos teniendo un problema operativo muy severo”, enfatizó.
Esta semana, De la Calle advirtió que ante la situación financiera que vive el Monte de Piedad, y sin modificaciones al contrato colectivo de trabajo, se llegaría a un escenario de quiebra en 2027.
Explicó que el organismo comenzará a registrar pérdidas a partir de 2025 y que los peritajes que se han realizado tanto por el organismo, así como por el sindicato del Monte de Piedad, coinciden en que las condiciones actuales del contrato colectivo de trabajo llevarían a un punto de no retorno a la institución en esta década.
“Nuestro peritaje indica que quebraría en 2027. El del sindicato, en 2029. Ya no hay tiempo para el Monte de Piedad”, advirtió el directivo.
De la Calle mostró cifras sobre los costos de operación del organismo, las cuales indican que de 7 mil 296 millones de pesos que alcanza el costo operativo de Monte de Piedad, 46.5% es absorbido por el contrato colectivo de trabajo.