Los billetes y monedas falsas que circulan en el país siguen en , no únicamente en denominación nacional, sino también de otros países, revelan cifras del Banco de México (Banxico).

El caso más significativo es el dinero metálico, ya que entre el primero y segundo trimestres de 2024 pasaron de 76 piezas apócrifas que recibió el instituto central a 774, cuando en todo el año pasado se captaron 653 por cada millón en circulación. La mayoría (75%) fueron de 10 pesos y en una menor proporción (24%) de 20 pesos.

La técnica usada por la delincuencia para imitar las monedas se intensificó con el troquelado, pasando de 44 a 658 piezas en ese lapso, mientras que por fundición aumentaron de 32 a 113 ejemplares.

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Grafica de Dinero falso
Grafica de Dinero falso

Al cierre del primer semestre de 2024 Banxico detectó 146 mil 476 piezas que, tras ser analizadas, se comprobó que no eran auténticas.

De esa cantidad, 141 mil 662 eran billetes nacionales, 850 monedas y 3 mil 964 billetes extranjeros copiados. También se identificaron 3 mil 297 piezas alteradas entre billetes nacionales y del extranjero, así como monedas.

Respecto a los billetes, los datos más recientes de Banxico indican que el de 500 pesos sigue siendo el más falsificado, con 154 mil 119 por millón auténtico en circulación.

Del papel moneda extranjero no hay detalles de las denominaciones, pero sí de la técnica más usada para falsificar por offset, la más común, seguida de impresión digital.

Actividad sofisticada

Para el socio consultor de MAAT Asesores, Federico Rubli, hay épocas en las que la falsificación aumenta en números absolutos si se comparan las piezas falsas de un periodo respecto a otro.

Sin embargo, pese a ello, la proporción de los especímenes falsos con relación al total de piezas que circulan se mantiene bajo, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.

Destacó que es una actividad cada vez más sofisticada ante el aumento de marcas de seguridad que imponen los emisores.

Para que una pieza no auténtica sea creíble y pase como válida, estableció, requiere una elaboración cuidadosa, donde la tecnología es crucial para imitar las muchas medidas de seguridad que tienen y que la falsedad sea imperceptible.

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Se necesita un grado de especialización con innovación tecnológica importante, afirmó, de manera que las bandas criminales tienen que hacer un cálculo de la rentabilidad ante la inversión tecnológica que tienen que hacer.

“Mi sentir, sin tener datos duros, es que la falsificación no es tan rentable, porque si lo fuera, la cantidad de billetes falsos con relación a los que circulan sería mayor”, estimó.

Rubli mencionó que Banxico se ha dedicado a incluir más y mejores medidas de seguridad para detectar, y lo hace cada vez que pone en circulación nuevos billetes.

Con ello, opinó, hay una carrera por las innovaciones tecnológicas entre el emisor y bandas falsificadoras: por un lado, más y mejores medidas de seguridad, contra innovaciones tecnológicas que permitan falsificar esas medidas.

Ponderó que llama la atención que los falsificadores son bandas especializadas que son parte de organizaciones delincuenciales.

Esto significa que en la gama de actividades de los grupos delincuenciales que cubren el narcotráfico, secuestro, extorsión, prostitución y contrabando, principalmente, no hay la falsificación de billetes y monedas, porque probablemente es menos rentable que el resto de las actividades señaladas, explicó.

Por otro lado, refirió que, tradicionalmente, en México hay bandas que falsifican dólares, las cuales están más vinculadas con esas grandes organizaciones delincuenciales por el lavado de dinero.

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Necesario, tener alertas

Ante la importancia que ha adquirido este problema en el mundo, el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) lleva a cabo cada año una reunión de expertos en combate a la falsificación de dinero.

En la más reciente reunión, el jefe técnico de la Oficina de Evaluación de Piezas Presuntamente Falsas en Banxico, Ricardo Trejo, comentó que en los últimos años está creciendo una táctica.

Se trata de un proceso en el que se corta una pieza en dos partes: una de ellas mayor a 50% para conservar el valor del billete, y las otras de menor tamaño se unen para completarlo.

La jefa de la oficina de Análisis y Seguimiento de Falsificación de Moneda, Patricia Flores, estimó la conveniencia de la estandarización del cálculo para el indicador de piezas falsas captadas por millón en circulación.

Presentó una propuesta para mejorar la forma en que se mide esta problemática, para que las cifras sean comparables entre países

Al destacar la utilidad del nuevo indicador, aseguró que se tendría un mejor conocimiento de cuántas piezas no verdaderas circulan en un país.

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