La moneda digital emitida por el Banco de México (Banxico) estará lista hacia 2025 y servirá para aumentar la inclusión financiera en el país, afirmó la gobernadora del instituto central, Victoria Rodríguez Ceja.

“Estimamos que en este proceso nos tomaremos alrededor de tres años para su operación definitiva”, dijo a senadores de la Comisión de Hacienda.

Durante su comparecencia ante los legisladores, también dio una respuesta tardía sobre el “madruguete” del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien el 24 de marzo, en su conferencia mañanera, dio a conocer de manera anticipada la decisión que horas más tarde debía hacer el banco central en su anuncio de política monetaria.

Ese mismo día, al inaugurar la 85 Convención Bancaria, el Presidente ofreció disculpas a la Junta de Gobierno de Banxico, y reconoció que pensó que ya era información pública.

“Fue un hecho aislado; el evento seguramente no volverá a ocurrir”, garantizó Rodríguez Ceja. Además, ratificó su compromiso con la autonomía: “La autonomía está vigente, sin lugar a duda, y estoy segura de que así seguirá”, recalcó.

Sobre la moneda digital, abundó que se busca ampliar las opciones para realizar pagos rápidos, seguros, eficientes e inter- operables en la economía.

Sin embargo, aclaró que no sustituirá a la moneda de uso corriente, sino que será un complemento y formará parte de una nueva arquitectura, junto con la modernización del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) 2.0 para empoderar a los usuarios bancarizados y no bancarizados.

La nueva moneda digital cumplirá con las tres principales funciones del dinero: medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor, y estará respaldada por Banxico.

“Sería un esquema paralelo. No se pretende, no se busca la sustitución del dinero”, explicó Rodríguez Ceja.

Sobre los criptoactivos, advirtió que no tienen el apoyo de Banxico ni son una moneda de curso legal. Operan fuera del sistema financiero, agregó, y las empresas alrededor de ellos tienen la obligación de establecer medidas antilavado y contra el financiamiento al terrorismo.

Con secuelas por Covid-19

Rodríguez Ceja regresó al Senado a cuatro meses de que fue ratificada por esa instancia como la primera mujer en encabezar al Banco de México.

Nadie sabía que hace poco padeció Covid-19, como ella misma reveló ante senadores al no poder ocultar las secuelas que le dejó el virus.

De vestido color negro, llegó puntual a la cita para su primera comparecencia como cabeza del banco central, acompañada por el encargado de enlace legislativo, el jurídico y los especialistas de estudios económicos.

Sin cubrebocas ofreció su discurso, que en algunas ocasiones fue interrumpido por el presidente de la Comisión, Alejandro Armenta, para pedir silencio en el salón.

Tras la primera batería de cuestionamientos que soltaron senadores de oposición sobre la autonomía, la inflación y la moneda digital, la gobernadora comenzó a toser constantemente.

Llevándose la mano con el puño cerrado a la boca para contener la tos, llamó la atención; al ver un poco inquieto al panista Víctor Fuentes, le tocó el brazo y le dijo: “No es Covid, no se preocupe”.

El morenista Armenta, a su izquierda, se fue inclinando para alejarse un poco de ella cuando confesó que “no puede ser Covid porque ya me dio, y justamente voy saliendo”, agregó, al tiempo que abría un paquete de pastillas para refrescarse la garganta.

Al final de la comparecencia, la gobernadora accedió a posar para una foto grupal.

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