El impacto de la pandemia de Covid-19 provocará una recesión profunda en México, debido a menores ingresos del petróleo, reducción de la actividad económica y disminución de las exportaciones por menor demanda externa, estimó Mapfre Economics.
La compañía revisó a -10.5% el cálculo sobre la caída del Producto Interno Bruto (PIB) del país al cierre de 2020 y consideró que la economía mexicana enfrentará retos mayores comparado con otros países, con una inminente pérdida del grado de inversión en caso de que aumente su deuda.
“La economía de México se enfrenta a un riesgo quizás superior al de otros países, ya que sus ingresos fiscales dependen en gran medida de los recursos petroleros, y tiene poco margen para estímulos fiscales. Por otra parte, de no lograr sostener los ingresos fiscales y/o aumentar sustancialmente su nivel de deuda, las agencias calificadoras podrían quitarle el estatus de ‘grado de inversión’ que aún mantiene”, expuso.
De acuerdo con Mapfre, hacia 2021 México tendrá una recuperación relativamente más lenta, con un crecimiento de 4.4%, tanto por la falta de visibilidad en la normalización del precio del petróleo, así como por una lenta vuelta a la nueva normalidad.
“A diferencia de las principales economías del mundo, el gobierno mexicano ha proporcionado fondos de apoyo de emergencia cercanos apenas a 0.7% del PIB, monto que resulta ser insuficiente para impulsar el crecimiento, mientras que sigue defendiendo una postura de austeridad fiscal y limitación a los niveles de endeudamiento”, explicó.
Para Mapfre, las consecuencias de los cierres en la actividad como resultado de las medidas de confinamiento, las divergencias entre gobierno y empresarios, el efecto de la pandemia en los sectores turístico y petrolero, harán de 2020 un año especialmente difícil para la economía mexicana, en un contexto en el que los precios del petróleo se han recuperado a niveles de 40 dólares por barril, pero incluso así están 30% por debajo de los niveles de 2019.
En términos globales, Mapfre comentó que se adelanta un escenario más sombrío para la economía, con lo que ahora se espera que la caída del PIB mundial sea de 4.9% en 2020, pero seguida de un repunte relativamente ágil de 5.4% el próximo año, lo que permitirá recuperar el PIB perdido antes de terminar 2022.
Y también un escenario estresado en el que la recuperación se ve truncada por el rebrote de la pandemia y el agotamiento de las medidas monetarias y fiscales.