La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China beneficiará a la Unión Europea, México, Japón y Canadá, en casi 150 mil millones de dólares, de acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).
En su estudio Estadísticas claves y tendencias en la política comercial 2018, que dio a conocer hoy, se explicó que si bien los aranceles que se impusieron entre China y Estados Unidos beneficiarán a algunos países competidores, los efectos en general podrían ser inciertos dependiendo de la estructura económica de cada país y de la afectación que tengan en los precios.
Los dos países en conflicto podrán buscar sustituir importaciones de otros países, pero no todos los bienes podrán sustituirse tan fácil ya sea porque hay carencia de competidores o porque los proveedores absorberán los aranceles.
Por ejemplo, de los 33 mil millones de importaciones de maquinaria que hace Estados Unidos, aproximadamente 27 mil millones podrían conseguirse de terceros países, 4 mil millones seguirán comprándose de China y 2 mil millones se perderán o los proveerán empresas estadounidenses.
“Esto sugiera que los aranceles bilaterales no son muy efectivos en proteger a firmas domésticas, porque hay varios instrumentos que limitan e comercio sobre el país afectado”, afirmaron.
La Unctad expuso que por ejemplo la imposición de aranceles al frijol de soya que anunció China sobre el producto estadounidense afectó al comercio mundial porque se reflejó en los precios de dicho commoditi, pero también beneficiará a Brasil porque ahora será un proveedor de soya de los chinos.
Solamente para la Unión Europea la Conferencia calculó que derivado de la guerra arancelaria se beneficiará de 70 mil millones de dólares tanto porque tanto Estados Unidos como China buscarán otros proveedores.
“Japón, México y Canadá recibirán más de 20 mil millones de dólares. Otros países captarán sustancialmente menos”, afirmaron.
Sin embargo, esas confrontaciones y la debilidad de la economía global podrían aumentar las posibilidades de que se registre una mayor desaceleración económica.
“En general la economía global se mantiene frágil y las confrontaciones en el área de comercio internacional pueden tener efectos negativos sobre los productos básicos, los mercados financieros e incrementar los riesgos de una desaceleración económica global”, expuso.
En el documento se aseguró que las fricciones comerciales pesan sobre el crecimiento global en la medida en que imponen costos de ajuste para las firmas internacionales las cuales podrían reflejar próximas decisiones en la inversión, la rentabilidad y la productividad.
Para la Conferencia se observa un aumento de la incertidumbre acerca del cumplimiento de los compromisos de las reglas de comercio lo que añade al riesgo de invertir en el mundo.
“Estos factores finalmente provocarán negativas repercusiones para las prospectivas de crecimiento de muchos países, especialmente de los pequeños y de los países en desarrollo de ingreso medio”.
El problema es que en medio de estas tensiones comerciales hay efectos sobre la política monetaria y los mercados de monedas y hay países que son menos resistentes a las condiciones desfavorables.
