Chile, Panamá, Brasil y Colombia son más competitivos que México en materia aeronáutica, ya sea por infraestructura, facilidades administrativas para los viajeros, impuestos, costo de combustible o tecnología.
De acuerdo con el Índice de Competitividad de la Industria Aérea en Latinoamérica, que realizaron Amadeus y la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), se tomaron en cuenta: infraestructura aeroportuaria, tecnología, facilitación administrativa para los viajeros, impuestos y costo de combustible, liberalización y predisposición para viajar de la población.
Considerando esos indicadores, Chile obtuvo 82 puntos en el ranking; Panamá, 75; Brasil, 71; Colombia, 68, y México, 63 puntos.
La infraestructura es el rubro más importante para la industria aérea porque permite incrementar el tráfico de pasajeros y de vuelos, por lo que fue el factor al que se le dio más peso en el índice.
En infraestructura, Panamá es líder con 93 puntos, Chile obtuvo el segundo lugar, con 85 y en tercera posición, México con 59 puntos.
El aeropuerto de Panamá es el centro de conectividad de la región, el año pasado se amplió la terminal aérea y se facilitaron lo procesos para hacer más fluido el tránsito de pasajeros.
Chile inauguró una nueva terminal e implementó políticas para permitir el ingreso de más aerolíneas. Además, redujo impuestos para los viajes y adoptó nuevas tecnologías para facilitar los procesos de abordaje.
México quedó en tercer lugar en infraestructura debido a la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Mientras que en 2009 había 125 pares de ciudades que no pasaban por el AICM, en 2018 este número fue de 200, duplicando prácticamente el número de ciudades que se conectan sin pasar por la Ciudad de México.
En cuanto a rutas internacionales, en 2009 había 272 que no pasaban por la Ciudad de México, mientras que en 2018 fueron 356.
“México es el segundo mercado más grande de la región y ha logrado que tanto las aerolíneas tradicionales como las de bajo costo atraigan miles de viajeros a aeropuertos secundarios del país como Cancún.
“Sin embargo, el hecho de que México cancelara la construcción de su nuevo aeropuerto fue una oportunidad perdida para ampliar su competitividad, perdiendo el potencial de convertirse en un hub regional mucho más importante”, destacó el estudio.
En cuanto a impuestos y costo de combustible, en la región existen cerca de 130 impuestos y tarifas a los boletos aéreos, y muchos no se destinan a impulsar la infraestructura o a cubrir los costos de servicios relacionados con la aviación. Por lo tanto, América Latina es muy costosa para las aerolíneas.
Sin embargo, Colombia redujo la tasa aeroportuaria en el aeropuerto de Cartagena, con lo que se triplicó el tráfico internacional y propició la llegada de nueve aerolíneas, expuso el índice.
Chile redujo las tasas de embarque en septiembre de 2018 y el tráfico creció 18%, en promedio, durante los siguientes 10 meses.
Argentina también desreguló los precios en el mercado interno y alentó la llegada de nuevas aerolíneas.
En cuanto a combustible, toda la región es poco competitiva.
Mientras que el precio del combustible representa un promedio de 24% del costo operativo de las aerolíneas a escala global, en Latinoamérica representa más de 30% de los costos operativos.
América Latina y el Caribe representa 8% del mercado global de aviación, una cifra más grande que África y Medio Oriente juntas, aunque muy por debajo de Europa y Norteamérica.
Y se estima que los viajes aéreos se van a duplicar en la región en los próximos 20 años, a pesar de la inestabilidad económica en diversas naciones, políticas gubernamentales proteccionistas, tipos de cambio volátiles, brechas de infraestructura, impuestos excesivos y los altos costos del combustible.