Por tercer año consecutivo, México quedó fuera del índice de 25 países más atractivos como destino para atraer Inversión Extranjera Directa (IED) y, de aprobarse la reforma eléctrica tal y como se planteó, se alejará más el capital, informó la consultora Kearney.
Los inversionistas buscaron estabilidad, confianza y mercados desarrollados, ante un entorno regulatorio de negocios más restrictivo en países emergentes, y en el caso de México preocupan las crecientes presiones a instituciones autónomas; las reformas, sobre todo la energética; la baja proactividad para impulsar el crecimiento, y el desarrollo de obras de infraestructura costosa, con bajo impacto al desarrollo.
Los inversionistas ven como países más atractivos a Estados Unidos, Alemania, Canadá, Japón y Reino Unido, mientras que los países emergentes considerados en el índice son China, en el lugar 10; Corea del Sur (16) y Brasil (22). Además, por primera vez se incluyó a Qatar, en la posición 24, desplazando a Finlandia.
“Aun cuando México mejoró, sigue fuera de los 25 países más atractivos a nivel global para canalizar inversión extranjera directa. La IED se ha mantenido estable y ha seguido impulsando, con un crecimiento dinámico superior, al sector moderno de la economía; sin embargo, su participación en las importaciones de Estados Unidos se mantiene por debajo del potencial, ya que los países asiáticos que producen a bajo costo son más proactivos”, dijo el socio director de Kearney México, Ricardo Haneine.
Si se aprueba la reforma eléctrica tal y como la planteó el Ejecutivo federal, se incrementarán los precios de la energía eléctrica, y se reducirá el objetivo de avanzar a energías más limpias.
La importancia que dan los inversionistas a que se cumplan los requisitos de medio ambiente también puede significar una mayor desventaja, y por eso hay una perspectiva negativa hacia la reforma eléctrica, detalló.
Haneine mencionó que México quedó fuera del índice en 2011 por falta de reformas estructurales, pero en 2013, por la reforma eléctrica, subió a la posición nueve. Fluctuó entre los lugares 12 y 25 los años siguientes, pero quedó fuera en 2020, 2021 y 2022.
“Los inversionistas buscan reformas estructurales y, si no, se van a otro país. Tenemos fuerzas ambivalentes: una economía moderna y políticas públicas que frenan la inversión para llegar a su potencial”, reconoció.
Expuso que el posicionamiento positivo de la economía mexicana lo contrarrestan las expectativas de cambios en las instituciones, las reformas en materia energética y las inversiones en infraestructura del gobierno federal, entre otros factores.
Sobre el entorno, Haneine dijo que las expectativas de crecimiento económico mundial apuntan a una mayor debilidad, con tasas de 3.4% para 2022; 3.2% en 2023, y 3.2% en 2024.
En general, la encuesta arrojó que los principales problemas que ven los encuestados son el conflicto armado entre Ucrania y Rusia, los ciberataques y el encarecimiento de materias primas.