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México concretó, a través del Banco Mundial, la emisión de un nuevo Bono Catastrófico (Catbond 2020) contra sismos y ciclones por un monto de 485 millones de dólares por un plazo de cuatro años.
Con ello se refuerza al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en caso de que se presente alguno de estos fenómenos de la naturaleza, al recibir recursos bajo ciertos criterios paramétricos de localización y severidad establecidos en los términos de los bonos.
Si ocurre un desastre natural elegible para la cobertura y cumple con los parámetros pactados, algunos o todos los recursos del bono se depositarán en el Fonden.
Los pagos serán realizados por el Banco Mundial por medio del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) al Fonden
a través de la intermediación
de Swiss Reinsurance Company Ltd y Agroasemex.
El BIRF es una cooperativa internacional dedicada al desarrollo, propiedad de los 189 países que lo integran. Forma parte del Grupo del Banco Mundial al ser la mayor institución de desarrollo del orbe.
Para el Catbond 2020 participaron como agentes estructuradores y gestores de la transacción GC Securities, Goldman Sachs & Co. LLC y Swiss Re Capital Markets.
Como modelador del riesgo y agente calculador actuó AIR World- wide, empresa con sede en Boston, Massachusetts, dedicada al modelado de riesgos y análisis de datos que tiene como clientes a seguros, reaseguros, servicios financieros y mercados gubernamentales.
Del bono, la Secretaría de Hacienda informó que fue emitido en cuatro clases diferentes para proveer cobertura contra sismos de diferentes magnitudes y contra ciclones tropicales.
Destacó que el bono se distingue como “sustentable” porque los recursos se aplicarán a programas que cumplen con el interés de combate al cambio climático, socialmente responsables y mejoras en la gobernanza de los programas.
Además, son parte de la estrategia de fortalecimiento de las finanzas públicas, dotándolo de resiliencia ante desastres naturales.
