México lleva 11 años seguidos padeciendo una inflación alimentaria más alta que Estados Unidos, por los mayores márgenes de ganancia que ofrece el mercado nacional y cuellos de botella en la producción, dijeron expertos a EL UNIVERSAL.
La carestía ha cobrado más víctimas en territorio nacional, ya que 43.9% de los mexicanos se encuentran en situación de pobreza, tasa cuatro veces mayor que del otro lado de la frontera, donde las carencias llegan a 11.4% de los estadounidenses.
Los más de 100 tipos de comestibles que cotiza el Inegi subieron en promedio 12.5% durante noviembre, mientras la inflación alimentaria llegó a 11.2% en el mismo mes en la Unión Americana, de acuerdo con información que el Departamento de Comercio de ese país dio a conocer este viernes.
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La última vez que los mexicanos enfrentaron una menor inflación en alimentos que los estadounidenses fue en noviembre de 2011, cuando la carestía llegó a 4.3% aquí y a 5% en la nación vecina.
En general, la inflación alimentaria fue mayor aquí debido a que el mercado es menos competitivo, lo que permite a productores y distribuidores contar con márgenes de comercialización más amplios que en Estados Unidos para elevar sus precios, explicó Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Por ejemplo, el margen en el caso de la naranja Valencia llegó a 405% en la Ciudad de México, pues el precio al productor fue de 5.70 pesos por kilo y al consumidor alcanzó 28.79 pesos durante este mes, es decir, el costo se multiplicó por cinco.
La brecha de precios en el caso de la papa blanca fue de 294%; en el plátano Tabasco, de 353%; en la cebolla bola, de 499%, y en el tomate Saladette, de 507%, según datos de GCMA y Profeco.
En los cárnicos, el margen se reduce en comparación con las hortofrutícolas. La mayor brecha se encuentra en la pechuga de pollo, con una diferencia de precios entre productor y consumidor de 89%; seguida de la chuleta de cerdo, con 48%, y el bistec de res, 38%.
Anaya explicó que los estadounidenses están demandando más alimentos hechos en México, lo que encarece los productos para el mercado nacional. “La Unión Americana depende de los productos de México, pues somos su principal proveedor de frutas y hortalizas; les vendemos todo el año gracias a que contamos con un clima que permite producir los 12 meses”.
La oferta alimentaria se redujo por el clima adverso que impactó cosechas en varias regiones, cuellos de botella en la producción y cierres de conexiones esenciales en la red de distribución, aunado a mayores costos de insumos como los granos y fertilizantes. Considerado el alimento principal de los mexicanos, las tortillas de maíz se encarecieron 16.8% en noviembre y llevan 18 meses seguidos con aumentos de más de 10%.
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