A pesar de que la salud es uno de los derechos que debe brindar el Estado, en México la mayor parte de los mexicanos gastan mucho en pagos de atención médica, ya que el gobierno sólo aporta 52% del total del gasto en la materia.
Aunque se trata de un tema de recursos presupuestarios, también tiene que ver también con ineficiencias en el gasto público, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su Panorama de Salud 2019.
Mientras que en Australia el gobierno aporta casi 70% del gasto en salud, en Finlandia el sector público financia 75%, mientras que en Noruega alcanza niveles de 85%.
El director adjunto del área de salud de la OCDE, Frederico Guanais, dijo que los mexicanos son los que más deben pagar de “sus bolsillos” para recibir servicios médicos, sobre todo en servicios dentales, porque el gasto público sólo es de 7% del gasto total, lo que significa que los mexicanos erogan el restante 93%.
México gasta mil 138 dólares en promedio por persona, comparado con el promedio de 3 mil 994 dólares de países de la OCDE.
Además, a pesar de que la obesidad y la diabetes son los dos principales problemas médicos, en México se tiene el nivel más bajo de cobertura para servicios básicos de salud entre los 36 miembros de la organización, lo que provoca que los mexicanos saquen de sus bolsillos para recibir atención.
En el país hay sólo 2.4 médicos por cada mil personas, contra 3.5 en promedio en la OCDE. Además, hay 2.9 enfermeros por cada mil personas, contra 8.8 en promedio de la institución.
El problema es que no existen políticas eficientes que reduzcan la obesidad y diabetes, que son los dos principales problemas de salud, al ser uno de los países con mayor cantidad de ingresos hospitalarios y muertes ligadas a ambos males, informó la OCDE.
México es el país de la OCDE con la mayor tasa de mortalidad 30 días después de un ataque cardiaco y tiene casi el doble del promedio de ingresos hospitalarios
por diabetes.
Guanais expuso que el problema es tanto la dieta mal equilibrada, como los estilos de vida sedentaria que existen. Por ello, el gobierno mexicano requiere implementar políticas públicas, normas de etiquetado y fomentar la participación de la industria en la reformulación de los productos.