El regreso de las mujeres al mercado laboral es complicado y, cuando vuelven, lo hacen en empleos con bajas remuneraciones y condiciones precarias, revelan los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.

La población femenina ocupada reportó un crecimiento de 8.8% en marzo pasado en comparación con el mismo mes de 2021, para sumar 22.5 millones de trabajadoras, 71% de las cuales tienen ingresos de hasta dos salarios mínimos, es decir, máximo 10 mil 372 pesos mensuales.

Este grupo de empleadas, pasó de 14.1 millones en febrero de 2020, antes de la crisis sanitaria, a 16 millones al cierre de marzo pasado, lo que significó un incremento de 13.8% o 1.9 millones.

El repunte se debió al aumento de los salarios mínimos que compactó el número de trabajadores con bajos ingresos. Es decir, por los aumentos, varios empleados que ganaban hasta tres salarios mínimos bajaron de nivel y pasaron a formar parte de quienes ganaban hasta dos unidades.

Por otra parte, la recuperación de los empleos en los últimos dos años ha sido con sueldos bajos, en particular para el caso de las mujeres. Por ejemplo, de abril de 2021 a marzo de 2022 se generaron 2.9 millones de nuevos empleos ocupados por la población femenina, pero con sueldos de hasta un salario mínimo, de apenas 5 mil 186 pesos al mes cuando mucho.

Por el contrario, en el mismo lapso de referencia, se redujeron en 1.9 millones las plazas ocupadas por mujeres que ganaban más de un salario mínimo. Por lo que en términos netos para la población femenina se crearon alrededor de 1.2 millones de nuevas plazas durante esos 11 meses, sumando los empleos creados que no especificaron su ingreso.

“Respecto al ingreso, prevalecen importantes brechas de género: en 2019, el promedio de ingreso mensual por trabajo de los hombres era 29% mayor en relación con las mujeres y las diferencias salariales se amplían o reducen considerando otras características y desgloses (nivel de escolaridad, ocupación, sector de actividad)” comentó el director de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, Edgar Vielma, en su análisis sobre el papel de la mujer en el mercado laboral.

Sin embargo, ante la igualdad de características, como un mismo nivel educativo, sigue existiendo una brecha desfavorable en las mujeres, agregó.

Hasta abril de este año, el salario diario asociado a una mujer trabajadora adscrita al IMSS, era de 437 pesos diarios, 12.3% inferior al recibido por un hombre.

El problema es que la recuperación de los empleos en México y, en particular de las mujeres, se está dando en el terreno de la informalidad en el que la brecha salarial es más profunda.

De los 1.2 millones de nuevos empleos ocupados por mujeres de abril de 2021 a marzo del presente año, 361 mil puestos fueron de carácter formal y los restantes 857 mil fueron en la informalidad, es decir, sin servicios de salud, ni derechos de ley.

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