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Pese a que dejará de producir en México, Mattel seguramente seguirá siendo la compañía número uno en venta de juguetes en el mercado nacional, seguida por Hasbro, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria de Juguetes (Amiju).
El presidente del organismo, Miguel Ángel Martín, dice que se descarta un impacto significativo en ventas y en participación de mercado para la compañía estadounidense, la cual anunció la semana pasada recortes de personal a escala global, así como la venta de sus dos fábricas en México, ubicadas al norte del país en el estado de Nuevo León.
“Mattel mantendrá su misma participación. Sigue, no se va, no desaparece. Lo que hará será bajar la cantidad de producción y desincorporar las plantas, pero seguirá teniendo a sus empleados en la parte corporativa y comercial”, explica Martín.
El mercado de juguetes en el país tiene un valor de cerca de 2 mil 700 millones de dólares y este año se espera un crecimiento de 6% en las ventas anuales, las cuales se concentran en la temporada de fin de año.
Las compañías extranjeras y más grandes como Mattel, Hasbro, Lego y Spin Master controlan más de 65% de las ventas de la industria, mientras que el resto está en manos de jugadores de menor tamaño.
En el territorio nacional hay cerca de 25 fábricas de juguetes de tamaño mediano, seguidos de otros 60 centros de manufactura pequeños y más de 200 talleres artesanales, según la Amiju.
La asociación considera que el impacto de que Mattel deje de producir en el país será reducido, debido a que en los próximos 12 meses recortará empleos, pero es posible que se llegue a un acuerdo para la venta de sus fábricas y la producción se mantenga sin cambios sustanciales.
“Las fábricas no se quitarán ahora, ni mañana, es un proyecto para un año. A Mattel se le juntó la tormenta perfecta: uno de sus principales clientes, Toys “R” Us que son jugueterías, se fue a la bancarrota (en Estados Unidos) y ahora no le van a pagar; es como si Walmart cerrara sus tiendas en México”, dice Martín.
La problemática de Mattel no está relacionada con un problema en la industria global, “no es un tema de coyuntura en la industria”, destaca el empresario.
Se perfilan compradores
Mattel Inc. dejará de producir juguetes en México, por lo que sus dos plantas de producción, ubicadas en Nuevo León, serán vendidas y están en vilo cerca de seis mil empleos, tanto de manufactura como de oficina, a causa de cambios en el entorno económico estadounidense.
El plan de la empresa es vender las dos fábricas a otros jugadores, según dijo su director general a inversionistas, pero no se ofrecieron más detalles del plan.
En México, las empresas más grandes y que podrían participar en la compra de las fábricas de Mattel son Apache, Mi Alegría e Industrias Plásticas Martí, entre otras, explicó Martín, quien tiene entre sus socios a la subsidiaria Mattel de México.
El presidente de la Amiju no descarta que Hasbro, quien también es una multinacional de juguetes, pero que no tiene producción en México, pueda ser otro de los postores.
Sin embargo, la venta de las plantas a fabricantes locales, o concretar alguna alianza estratégica, podrían ser opciones para Mattel.
“(Las fábricas) las podría comprar alguna empresa que quiera producir en México, sí tenemos empresas de buen tamaño. Mattel y Hasbro son los más grandes, pero tenemos grupos importantes en Guadalajara que producen juguetes”, dice Martín.
De los 6 mil empleados de Mattel en México, alrededor de 4 mil están en sus dos complejos productivos y otros 2 mil adicionales trabajan en el corporativo y en temporada alta en tiendas de autoservicio o departamentales para supervisar la exhibición del producto, según la Amiju.
“Los empleos se van a reacomodar, los técnicos que tiene Mattel están muy bien preparados, pueden ubicarse en la industria del plástico, el sector automotriz, computación, incluso la aeronáutica.
“Afortunadamente, se pueden colocar muy bien en otras industrias”, asegura Martín.
Evolución sectorial
Para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), se debe analizar que Mattel deje de producir en México, porque puede mostrar que el país no es competitivo al pelear plantas productivas con otras regiones como Asia.
“Es un elemento que genera un foco de incertidumbre, representa el final de la producción de una empresa que había estado desde hace tiempo en México en un sector muy particular, donde China ha tomado una fuerte presencia”, dice.
Para el experto, la decisión de Mattel como uno de los corporativos más grandes a nivel mundial representa un foco rojo y “un llamado de atención para que se analicen cuáles fueron las causas, si fueron las condiciones del mercado”.
Se debe analizar si hay un problema sistémico, subraya De la Cruz.
Otro hecho a considerar es que las ventas anuales de Mattel Inc. a nivel global cayeron de manera constante en los últimos cinco años.
La empresa vendió 6 mil 400 millones de dólares en 2013 y el año pasado su facturación bajó 32%, a 4 mil 800 millones de dólares.
Además, Mattel tuvo ganancias por 900 millones de dólares en 2013, pero tuvo una pérdida neta por mil millones de dólares en 2017.
Las acciones de Mattel en el Nasdaq también han tenido la misma mala racha.
Los títulos cotizaban cerca de 46 dólares en 2013 y ahora se intercambian por cerca de 15 dólares, una contracción de 67%.
El UNIVERSAL buscó a directivos de Mattel, pero la empresa no comentó sobre las plantas ni sobre su situación en México.
Gabriel Pérez del Peral, catedrático de la Universidad Panamericana, opina que Mattel enfrenta una crisis generacional en sus clientes, quienes ya no prefieren los juguetes, sino dispositivos electrónicos como videojuegos o celulares, tendencia que ha puesto en aprietos a la industria.
“Lo tecnológico desplaza a los juguetes tradicionales, esa es la razón por la que cerró Toys “R” Us, uno de los principales demandantes de juguetes, y ahora los productores se tienen que reconfigurar”, señala.
El especialista considera que hay una reconfiguración del mercado de juguetes en todo el mundo y en México, lo que va a generar otros movimientos y cambios importantes en la industria.