Con careta y cubrebocas, la secretaria de Economía, Graciela Márquez , asistió ayer a comparecer ante la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados, que preside Fernando Galindo (PRI). En la glosa del Segundo Informe de Gobierno, nos dicen que llamó la atención a más de uno de los diputados la tos que tenía la funcionaria. Ante ello, hubo quien se atrevió a preguntarle si estaba bien y si necesitaba agua. Ante la inquietud, nos relatan que Márquez les aclaró que se había realizado la prueba del Covid-19 la noche anterior, es decir el martes 27, que estaba a sana distancia, que ya le tomaron la temperatura y que frecuentemente usa gel antibacterial. Nos recuerdan que al menos oficialmente, se trata de la segunda vez en que la secretaria de Economía se aplica la prueba, luego de que hace algunos meses participó en un evento con otros funcionarios que terminaron contagiados.
Nos cuentan que ante los crecientes casos de supuestos fraudes contra clientes de la banca a través de llamadas falsas de los centros de atención de instituciones financieras, los afectados emprenderán medidas legales, como demandas colectivas contra las empresas. Nos dicen que usuarios afectados de Scotiabank ya preparan la estrategia legal contra la firma, a la par de otros reportes que involucrarían a Santander. El problema es que los afectados no encontraron respuesta de grupos financieros ni de autoridades, por lo que hasta ahora no hay posibilidad de que recuperen su dinero. Está por verse la postura de la banca ante las demandas, nos dicen, pues se considera que este tipo de fraude es responsabilidad del cliente, quien otorga su información personal a los delincuentes, a pesar de las advertencias de que las instituciones financieras jamás hacen llamadas solicitando datos personales o contraseñas.
Dado que la pandemia está lejos de ser controlada e incluso hay indicios de un repunte en contagios, nos cuentan que el fideicomiso en bienes raíces Fibra Uno hizo una reserva por mil 500 millones de pesos para ayudas por Covid-19 . Ese monto se utilizará en caso de que algunos inquilinos no puedan pagar la renta de sus locales en los próximos meses o pidan algún descuento. Fibra Uno, a cargo de Gonzalo Robina , estima que la mitad de esta reserva se irá en facturas de rentas a inquilinos que después no podrán pagar, y por ello es necesario guardar efectivo; la otra mitad irá para imprevistos. En el segmento de oficinas, la Fibra ha negociado con sus inquilinos bajándoles la renta, pero extendiendo los contratos de arrendamiento a 2027, 2029 o hasta 2035, con tal de mantener ocupados sus edificios. Hace unos días se informó que en el tercer trimestre los ingresos de la Fibra aumentaron 5.5% respecto al trimestre previo.