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Ante la caída del turismo y un menor ritmo de actividad económica de algunas regiones por la pandemia del Covid-19, surgieron propuestas tanto del gobierno como de la iniciativa privada para apoyar a artesanos a fabricar cubrebocas.
El proyecto más amplio es del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), en el cual participan artesanos textiles de 14 estados para hacer cubrebocas con técnicas como el tejido en telar de cintura y bordado.
Fonart aportó un millón 850 mil pesos para la compra del material, pero también les dio capacitación a los artesanos para fabricarlos conforme a los requerimientos sanitarios.
Emma Yanes Rizo, directora General de Fonart, explica que los cubrebocas cumplen con las indicaciones de la Secretaría de Salud para evitar la propagación de aerosoles y tienen el sello Moderniza de la Secretaría de Turismo, el cual garantiza que se fabricaron en lugares que cumplen con las condiciones sanitarias.
“Consideramos pertinente trabajar con estos corredores artesanales. Los asesoramos a distancia para la fabricación en cuanto a materia prima, forma adecuada, tamaño, resistencia y calidad.
“En cada uno de estos cubrebocas va la creatividad de los artesanos, porque dependiendo de la técnica, algunos tienen dos o tres capas. Si es de hilo de algodón es más cerrado, y se seleccionaron las mantas de algodón para que encima se realizaran los bordados”, asegura.
Cada pieza lleva el nombre del artesano que lo produjo y la comunidad a la que pertenece, lo que ayuda a promover el mosaico cultural del país.
Fonart le compró 5 mil 500 cubrebocas a los productores y los vende en su página de Facebook, en Amazon, y a partir del 24 de agosto en sus tiendas físicas.
El dinero obtenido se utilizará para volver a comprar materia prima para hacer más piezas.
“Queremos que el programa sea permanente mientras dure la contingencia. Nos quedan como 2 mil cubrebocas en las tiendas y en cuanto se vendan regresaremos los recursos obtenidos de la venta para adquirir más.
“El proyecto tiene una doble salida; por una parte, las propias comunidades cuentan con cubrebocas para ellos y los venden en sus lugares de origen, y nosotros los estamos vendiendo directo en tiendas o en Facebook y Amazon”, destaca Yanes Rizo.
Fonart también firmó un convenio con la Universidad Iberoamericana de Puebla para capacitar a los artesanos involucrados en esta producción.
Impulso empresarial
Para implementar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) sobre el uso de cubrebocas durante los vuelos y el paso por aeropuertos, la aerolínea Volaris se asoció con Sinibí Jipé, una empresa de carácter social en la comunidad rarámuri de la Sierra Tarahumara, en Chihuahua, para la fabricación de cubrebocas.
“Sabíamos que era, y sigue siendo, un momento complicado para muchas comunidades y pequeños negocios, por lo que quisimos contribuir con ellos.
“Sinibí Jipé nos impresionó desde que comenzamos a buscar opciones, porque logra articular con comunidades rarámuri que están muy aisladas en la sierra y cambia la vida de muchas familias habilitando a mujeres con una opción de trabajo que les permite generar un sustento manteniendo sus tradiciones”, dice Daniel Gelemovich, director del área digital de Volaris.
Volaris adquirió 3 mil cubrebocas que se entregaron de forma gratuita a bordo o como parte de un paquete antiviral que incluía gel y toallitas sanitizantes.
“Los pasajeros siguen preguntando por ellos. Se sentían cuidados y apreciados, el diseño y la historia de los cubrebocas era una experiencia que sentían cercana”, agrega el directivo.
La aerolínea se aseguró de que el proyecto beneficiara a la comunidad, que las prendas se fabricaran con medidas higiénicas y que los materiales cumplieran las recomendaciones sanitarias.
Como parte de la alianza, Volaris traerá desde Chihuahua a la Ciudad de México el 30 de agosto de 2021 a las mujeres que diseñaron los cubrebocas para que asistan como público al Maratón de la Ciudad de México.
Protección indispensable
En alianza con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Cemex se dio a la tarea de localizar a mujeres en comunidades vulnerables para producir cubrebocas.
La cementera donará 170 mil piezas a trabajadores de la industria de la construcción en 100 proyectos a escala nacional, donde también se otorgarán otros materiales de protección para promover el Protocolo de Regreso Seguro a las Obras.
Los cubrebocas fueron fabricados por mujeres de comunidades vulnerables, los cuales se adquirieron para apoyar la economía local.
A través de las 44 delegaciones regionales de la CMIC se entregarán las piezas y los insumos para proteger a los trabajadores.
Martha Herrera, directora global de Negocio Responsable de Cemex, comenta que en la industria participan millones de personas que garantizan que haya ingresos en los hogares, por lo que hay que cuidar su salud.